El rápido aumento del número de medusas en el Mediterráneo y el Mar Negro puede ser una de las causas del descenso en las poblaciones de peces observado en estos ecosistemas marinos, afirma la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
En un informe divulgado hoy en Roma, la Comisión General de Pesca para el Mediterráneo, entidad que pertenece a la FAO, advierte de que las medusas “podrían ser la gota que colma el vaso” en el que puede convertirse en un “círculo vicioso” perjudicial para la fauna de estos dos mares.
El texto, titulado “Estudio de la proliferación de medusas en el Mediterráneo y el mar Negro”, indica que el aumento de forma repentina del número de estos celentéreos es fruto, entre otros motivos, de la sobrepesca, que elimina a los depredadores marinos.
El aumento del número de medusas, que se alimentan de larvas y peces pequeños, puede hacer que se reduzca aún más la “capacidad de recuperación de las poblaciones de peces ya afectadas por la pesca excesiva”, indica el informe, que aboga por tener en cuenta la presencia de medusas a la hora de establecer los límites para la pesca sostenible.
Algunos expertos hablan ya de “un cambio de régimen global, de un océano de peces a otro de medusas”, según recoge el informe, que apunta como causas de su mayor presencia el calentamiento global, la “eutrofización”, que hace aumentar los nutrientes del agua, y el uso generalizado de diques para evitar la erosión costera y la gran cantidad de puertos turísticos, hábitat ideal para estos animales.
La FAO apunta como medidas para prevenir la proliferación de medusas la creación de sistemas de alerta temprana, con barreras de protección para las granjas acuícolas, la reducción de la sobrepesca y de las emisiones de gases de efecto invernadero, así como la incorporación de estos celentéreos a la investigación pesquera.
La agencia de las Naciones Unidas recuerda el “grave impacto” que pueden tener las medusas sobre las poblaciones de peces, algo que quedó ya demostrado en 1980, cuando la “Mnemiopsis leidyi”, una especie que habita en el Océano Atlántico, fue introducida accidentalmente en el Mar Negro.
También hace dos o tres décadas se observó un descenso de la población de peces en el mar Adriático con la llegada de oleadas sucesivas de la “Pelagia noctiluca”, cuyo efecto combinado con la sobrepresca hizo que se redujera el número de peces adultos en edad reproductiva.
“En el pasado, el sistema podría hacer frente a episodios de abundancia de medusas, pero en el caso de la proliferación de principios de la década de los 80 la situación cambió y todavía no se ha vuelto a la normalidad de los años previos a la ‘Pelagia'”, indica el informe. EFE