Muere el oso más anciano del mundo

Muere el oso más anciano del mundo

Foto Archivo

Andreas, con 50 años de edad el oso en refugio más anciano del mundo, ha muerto en el Nifeo de Florina, un santuario en el norte de Grecia que alberga a una decena de plantígrados.

Según informó la organización medioambiental griega Artcturos en su página web (www.arcturos.gr), Andreas fue encontrado muerto en su refugio el pasado 23 de mayo.

Andreas era el símbolo de esta organización, pues fue el primer oso macho que estrenó “residencia” en este santuario creado en 1993, adonde fue llevado tras prohibirse el uso de los “osos bailarines” como reclamo turístico.

En los últimos diez años, el anciano oso vivía en su propio “apartamento”, un espacio cerrado apartado de los demás osos y de visitantes para no ser molestado.

Andreas había sido adoptado por unas 300 personas, que con sus aportaciones ayudaron a la organización a financiar su manutención y los intensos cuidados veterinarios y sucesivas cirugías, que hicieron posible que pudiese alcanzar esta avanzada edad, el doble de la que suelen alcanzar los osos.

Según la organización ecologista, el oso llegó en 1993 al citado refugio en un estado lamentable, completamente desnutrido y con apenas 50 kilogramos de peso, asustado y triste.

Hasta entonces, había vivido sujeto a una cadena con el clásico piercing en el hocico, tenía la vista dañada y la piel opaca.

Gracias a un intenso tratamiento veterinario, que incluyó una operación de cataratas y la extracción de todos los dientes podridos, recuperó su forma y llegó a alcanzar 150 kilogramos.

Explica la organización que pese a vivir en solitario sus últimos años, recibía encantado la visita de sus cuidadores que a menudo le gratificaban con una cucharada de miel.

Arcturos es una organización no gubernamental griega que trabaja para la conservación de la biodiversidad, el desarrollo sostenible y la protección de los ecosistemas montañosos, con especial énfasis en el oso y los grandes mamíferos. EFE

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