Al igual que la Unión Soviética ayudó a Cuba para lograr su apoyo político, el economista cubano-americano Carmelo Mesa-Lago aseguró este lunes en Madrid que el fallecido Hugo Chávez «cambió petróleo por mesianismo para suceder a Fidel Castro en la región». El catedrático emérito de Economía y Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Pittsburgh cree que el expresidente de Venezuela pagó un «precio altísimo» por esa pretensión, publica abc.es.
Mesa-Lago se refería al suministro a la isla de cien mil barriles de petróleo diarios en condiciones muy ventajosas – mientras La Habana mantiene una «deuda considerable» con Caracas y «exporta petróleo»- y al pago de unos cien mil euros anuales por los servicios de los profesionales cubanos en Venezuela.
«Cuba es un pilar fundamental para Caracas en términos de seguridad»
Durante un desayuno de trabajo en el Real Instituto Elcano, el reconocido economista consideró «extremadamente difícil» que el Gobierno de Nicolás Maduro pueda mantener esa ayuda al régimen castrista, dados los problemas económicos y políticos del país sudamericano. Entre otros, citó la «creciente escasez» de productos básicos. Sin embargo, precisó que para el Ejecutivo bolivariano «Cuba es un pilar fundamental en términos de seguridad».
En vista de la explosiva situación de Venezuela, el economista residente en EE.UU. instó al Gobierno cubano a «acelerar las reformas». El autor de «Cuba en la era de Raúl Castro; reformas económico-sociales y sus efectos» (Colibrí) señaló que Raúl Castro «debería dejar las reformas cruciales en vigor, por lo que no le queda mucho tiempo» si cumple su compromiso de abandonar el poder en 2018.
Mesa-Lago sostuvo que las reformas emprendidas en Cuba, aunque «lentas», son las más «profundas» que se han realizado en los 54 años de régimen comunista y «no tienen marcha atrás», pese a la falta de unidad en la dirigencia y a sus «dinosaurios».
Cuatro intentos
Entre las razones que esgrimió para acelerar estos cambios, mencionó la falta de «efectos sustanciales», sobre todo en el sector agrícola; el hecho de que Cuba no ha encontrado petróleo en el golfo de México, «pese a sus cuatro intentos», y la situación venezolana. Mesa-Lago destacó que la ayuda de Venezuela «equivale al 21 por ciento del PIB» de la isla, por lo que «si esta relación se terminara, Cuba sufriría una crisis muy seria».