Meneos adolescentes que se multiplican y se expanden por la red social, asistidos de drogas, alcohol y roce frenético que despojan a los escolares de sus últimos rasgos de niñez. Además ahora las ‘peras’ son para disfrutar de nuevos juegos eróticos como la ‘Rulera sexual’.
Según una investigación del programa ‘Dia D’ se trata de un peligroso juego erótico que ya llegó al país, donde las inhibiciones y la ropa estorban y donde el condón no está, cuya convocatoria rápidamente llega a través de las redes sociales. Muchachitas ligeras de ropa y mensajes brutalmente explícitos atraen a adolescentes como la miel a las moscas al más nuevo y peligroso juego juvenil: La ruleta sexual.
La investigación periodística señala que páginas en Facebook sobre este “juego” abundan en el ciberespacio convocando a encuentros sexuales con desconocidos. Todas con miles de “me gusta” en su haber y cada vez más cerca a su casa.
La ruleta sexual es el nuevo juego erótico de los adolescentes positivos, esos que le dicen “sí” a todo. Apareció en Colombia o al menos allí se hizo público luego que una muchacha de 14 años confesara haber quedado embarazada “jugando” con sus amigos.
En la ruleta o también llamado carrusel sexual, la clásica e infantil ronda toma ribetes escandalosos. Al ritmo del reggaetón, los adolescentes hacen una rueda de mujeres y otra de hombres. Cuando la música se detiene los jóvenes penetran a la muchacha que tienen en frente.
La música continúa y vuelven a bailar hasta que la canción se detiene otra vez. El que eyacula primero, pierde. A los pocos días el primer caso se denunció en Perú en el distrito de Ate Vitarte. Dos primas, una de 12 y otra de 13 años, fueron ultrajadas por un compañero de colegio y 4 adultos.
Exceso de confianza o simple desconocimiento del uso de redes sociales dejan a los padres sin armas para proteger y controlar a sus hijos. Sin embargo según especialistas, no es culpa del internet, es un fenómeno de estos tiempos.
Estar con ellos, no sonrojarse cuando quieran hablar de sexo podría evitar que busquen atención en cualquier parte y a cualquier precio. Y atreverse a jugar esta ruleta sexual que lejos de ser un juego se acerca más a una ruleta rusa de la muerte (ATV).