Lo que debía ser una transferencia modesta de 64,2 euros a un pensionista se transformó en otra multimillonaria de 222.222.222,22 euros. Éste es el error al que condujo un empleado de banca alemán cuando se quedó dormido sobre su teclado presionando la tecla número 2. Según informa la BBC, los hechos ocurrieron el pasado mes de abril en el estado de Hesse, en el centro de Alemania, y el tribunal alemán ha valorado como “injustas” sus consecuencias: los despidos del trabajador y su supervisora.
La supervisora, una empleada de 48 años que llevaba 27 años trabajando en la entidad bancaria, fue despedida inmediatamente junto al empleado descuidado al no percatarse de la negligencia. La cadena pública británica explica que la verificadora alegó durante el juicio que “si aprobó la operación fue porque no se dio cuenta del fallo”. Sin embargo, la transacción quedó abortada y el dinero no llegó a salir del banco porque otro compañero se percató del descuido.
Readmisión
Tras el juicio, el magistrado ha determinado que, “a pesar de que tendría que haber sido advertida igualmente, no debería haber sido cesada de su puesto”. El juez determina que no hubo “mala intención”, sino un día muy ajetreado. La supervisora tuvo que revisar un total de 812 documentos durante la jornada laboral, algunos incluso a un ritmo cercano al documento por segundo. El juez insta a la readmisión de la empleada en la entidad.