El préstamo de 2.000 millones de dólares concedido este mes por la multinacional estadounidense Chevron a Petróleos de Venezuela (PDVSA) no tiene como objetivo el aumento de la producción en el campo de Boscán, donde ambas compañías operan con la empresa mixta Petroboscán, a pesar de que así fue proclamado inicialmente por ambas partes, reseña ABC.
John Watson, presidente y CEO de Chevron, declaró a ABC el martes que el préstamo, ya firmado, fue “diseñado para facilitar la repatriación de fondos y facilitar la continuación operacional de la actividad en el campo Boscán”. Esto último, en términos propios de la industria petrolera, hace referencia a inversiones para superar la declinación natural de la producción de los pozos con el fin de mantener el número de barriles extraídos, pero no a un aumento de producción. Sin extracción de más barriles, Boscán no aportará ingresos adicionales a las maltrechas arcas de Venezuela.
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