¡Cuántos años de atropellos a los que lo denunciaban!
Rubén González pasó 17 largos meses de su vida injustamente preso por luchar por los justos derechos de los trabajadores ferromineros violentados. Todavía tiene el juicio abierto. Preso de este gobierno. Nunca nadie en el alto gobierno “revolucionario” lo quiso escuchar. Ninguno. Y en especial los que hoy tienen el poder en Miraflores. Esos ferromineros denunciaban el mal manejo de la industria y la burla a sus conquistas ante la arrogante indiferencia de los jerarcas rojos. Cuando las protestas de otros trabajadores y las presiones de organismos como la OIT significaron un costo político muy alto para el gobierno, lo liberaron, aunque con juicio abierto para tenerlo amenazado. ¿Cómo olvidar que luego de todo eso, la plancha de la Unidad encabezada por Rubén compitió (y ganó) derrotando los atropellos, el abuso de poder, el ventajismo, las amenazas? Vencieron al poder del Estado y el gobierno. ¿Se acuerdan que el cierre de campaña de la plancha gobiernera, la de la FBT madurista, la encabezaron el gobernador Rangel y el presidente de la empresa hoy detenido? Siempre iban en llave.
Las denuncias por hechos irregularidades en Ferrominera han sido numerosas durante varios años. Señalamientos de corrupción, de malos manejos de la empresa, pérdida de capacidad productiva, daños a equipos e instalaciones. Contratos irregulares de comercialización. ¡Cuántas agresiones no sufrió Correo del Caroní por publicar las denuncias e incluso por hacerle seguimiento serio y bien sustentado a -por ejemplo- las actuaciones de la DIM investigando a las autoridades de la empresa y a sus “empresarios” relacionados? Sus periodistas fueron descalificados por personeros del gobierno regional y nacional. Sometidos al escarnio. ¿Se acuerdan del aún reciente “editorial” de injurias y basura contra Correo del Caroní y El Venezolano y sus editores por ese mismo caso?
“Desestabilizadores, golpistas, derecha apátrida” y muchas más de las “floridas” expresiones de los jerarcas del gobierno fueron usadas una y otra vez contra dirigentes laborales independientes, contra medios libres y periodistas que preferían la dignidad a las prebendas. Incluso -también hay que decirlo- contra algunos grupos chavistas que trataban de mantener sus principios denunciando con coraje. A ellos los acusaban de “traidores”. Todo por revelar las desastrosas cifras de producción, el severo deterioro de esa gran empresa que otrora fue Ferrominera, la violación de los derechos laborales, la corrupción. ¡Y ahora Maduro dice algo de eso que hasta hace poco era causa de que nos insultaran!
Revisen las notas publicadas en Correo del Caroní, con la firma de Clavel Rangel o María de los Ángeles Ramírez en las semanas precedentes. O en aquellos meses movidos del último trimestre de 2012. También muchas de años anteriores. ¡Cuántas columnas escribimos sobre Ferrominera! También el capítulo ferrominero de nuestro libro “Guayana: El milagro al revés”. El asunto de las ventas de mineral mediante “traders”. Las veces que se estableció un paralelo con el caso de la “mafia de las cabillas”. Los “peces gordos” ante los que siempre se detenían las investigaciones.
Maduro, anoche, anunció (confirmando rumores) la detención del Sr. Sabbagh. Dijo que era por corrupción. Detalle llamativo: en una primera intervención lanzó amenazas contra “el sindicato de la derecha” (aunque él, Maduro y medio gobierno, es quien se ha hecho “de derecha”, con los años) “porque quieren decretar un paro indefinido”. Siempre el anti obrerismo por delante. O sea que ni siquiera sabía que FMO tiene una semana de paro y justa protesta. Luego, pareció que fuera de la cámara de TV le explicaron algo de lo que ocurre y en una segunda intervención tomó otro tono, llamando al diálogo de las autoridades de la empresa y la CVG con el legítimo sindicato. Eso está mejor. ¡Justo lo que se ha reclamado por más de una semana ante los oídos sordos del gobierno!
Los ferromineros se fajaron a luchar. (Tal como en todo el país lo hacen las Universidades atropelladas) Lo hicieron junto con su dirigencia sindical aguerrida. Tenían razón. Tres años con el contrato vencido. Cuatro años con sus prestaciones confiscadas. Montones de beneficios que les descontaban pero no iban al lugar correcto. Y no los podían disfrutar. Corrieron su riesgo luchando. Han logrado un triunfo. Parcial pero un paso positivo. No es ningún “regalo” del gobierno. Es el resultado de no arrastrarse ante el gobierno sino de ser consecuentes en defender sus legítimos derechos.
TIP 1: Esta columna tuvo que ser reescrita. Nos queda pendiente, ahondar más en el tema, pero también retomar el contenido que era el original para hoy: la justa lucha de profesores, trabajadores y estudiantes de las Universidades. También otros comentarios sobre Bauxilum, sobre Tocoma. Vecinos que denuncian que les quieren arrebatar las zonas para servicios recreativos en sus zonas residenciales. Algo sobre Ferrocasa. Y más. Será mañana.
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