¿Tiene las mismas calorías una cerveza que un cóctel? ¿Sabes cuánto engorda realmente el alcohol? Hacemos un repaso a los mitos y verdades sobre lo que supone para tu cuerpo tomar alguna que otra copa de más.
Seguramente te lo habrás preguntado muchas noches, sobre todo, a partir de ese momento en que parece que las copas bajan más rápido, el tiempo pasa volando y tu no paras de pedir “la última”. ¿Ese ron acabará arruinando tu disciplinada semana de gimnasio? Al parecer, lo que más engorda son los licores dulces, seguidos del wisky y el ron, luego vienen el coñac y el aguardiente, y luego el vino blanco y el rosado. Por último, el cava y el vino tinto engordan un poco menos.
Muchísimo menos engordaría la cerveza y la sidra porque tienen menos alcohol, y por tanto menos calorías.
En general, por su alto nivel calórico, el alcohol nos hace recibir un chute de energía de golpe. Si no se queman esas calorías en las horas próximas a la ingesta las almacenaremos sin remedio en forma de grasa. Como el alcohol suele mezclarse con bebidas azucaradas con gas y se toma por las noches, un momento en que el organismo no necesita mucha energía, es fácil entender por qué engorda tanto el alcohol.
En general los nutricionistas recomiendan que se beba alcohol con moderación, despacio para disfrutarlo, y sin mezclar con bebidas que contengan demasiado azúcar.
Según los resultados del informe “Cerveza y Calorías, una revisión científica”, escrito por la doctora en Nutrición Kathryn O’Sullivan, cambiar una copa de vino por media pinta de cerveza supone ingresar al cuerpo 40 calorías menos. Este cambio sería más importante si durante un año conseguimos sustituir los dos vasos de vino diarios por dos botellines de cerveza.
Aunque la doctora O’Sullivan está de acuerdo en que el consumo excesivo de alcohol tiene un impacto sobre la esperanza de vida, explica que existe una creciente evidencia científica de que el consumo moderado de cerveza puede tener algunos beneficios para la salud. “La cerveza puede proporcionar vitaminas y minerales esenciales, pero además puede proteger contra enfermedades cardíacas, osteoporosis y diabetes”.
Digamos que por regla general, y con la intención de perder peso, es mejor la cerveza en cantidades moderadas que el vino.
Ahora veamos la lista de las bebidas más calóricas:
– Pedro Ximenez Sherry, 320 calorías. Con 400 gramos por litro de azúcar residual, Pedro Ximénez es una de las bebidas más dulces. No en vano se sirve como vino de postre.
– Samuel Adams Triple Bock, 340 calorías. Es una de las cervezas más calóricas que se conoce . Oscura y dulzona, Tiene un 18% de alcohol, notas de chocolate de malta y jarabe de arce. Se sirve a temperatura ambiente y se recomienda beber lentamente.
– Vino caliente, 400 calorías. El vino se calienta suavemente con azúcar y especias adicionales, incluyendo clavos, nuez moscada y canela, así como jugos de frutas, vainilla y anís estrellado. Además, contiene una gran cantidad de hidratos de carbono, y a muchas personas les gusta añadir una dosis extra de alcohol con alguna ginebra o Grand Marnier.
– White Russian cocktail, 500 calorías. Debido a su alto contenido en crema, vodka y licor de café, (sin olvidarnos de las grasas) es normal su presencia en esta lista.
– Margarita, 550 calorías. Las mismas calorías que un Big Mac. Es un cóctel clásico, cuyo secreto está en el sabor que se consigue con la mezcla de tequila, triple seco y jugo de limón. La versión casera se suele hacer con azúcar, agua, limón y lima.
– Daiquiri, 600 calorías. Se toma en su versión clásica o con frutas como fresas o plátano. Contiene ron blanco, jugo de limón y azúcar.
– Piña colada, 640 calorías. Está hecho con ron blanco y jugo de piña, la crema de coco es lo que dispara las calorías de esta bebida.
– Long Island Iced Tea, 780. Esta bebida contiene a partes iguales vodka, ginebra, tequila, ron y triple seco; pero es esa mezcla de sabor amargo y cola lo que multiplica sus calorías.
– Una pinta de Carling contiene 187 calorías, mientras que una pinta de Guinness tiene 210. La London Pride tiene 199 calorías y la John Smith contiene 153 calorías por litro.
– Una copa grande de vino tinto (250 ml) de E&J Gallo Merlot contiene 170 calorías, mientras que una de Marques de Cáceres (Reserva) tiene 265 calorías.
– Para los bebedores de vino blanco: un copa grande de Jacob Chardonnay tiene 185 calorías y una de Moët & Chandon, 190.
– Y si ya nos centramos en las bebidas que no tienen alcohol, pero que suelen acompañar a éstas, una lata de Coca Cola (330ml) contiene 140 calorías, mientras que un vaso grande de zumo de naranja concentrado tiene unas 142 calorías.