¿Estás obsesionado con tu salud? Cuidado con esto

¿Estás obsesionado con tu salud? Cuidado con esto

Higiene obsesiva, no descansar lo suficiente, una alimentación poco equilibrada, beber agua en exceso… Algunas personas, obsesionadas con su salud, cometen ciertos errores que les llevan a conseguir el efecto contrario: perjudicar a su cuerpo con sus hábitos.

A veces no somos tan saludables como creemos. Muchos viven felices y tranquilos porque compran comida sana, practican deporte (o algún ejercicio físico) y vigilan su peso. Pero eso no quiere decir que todos sus comportamientos sean saludables. Hay algunos errores comunes que cometen aquellos que creen que llevan una vida sana. Estos son algunos:

1. Compran solo frutas orgánicas y ecológicas. Esta puede ser una decisión sabia para algunos alimentos, como la carne o las fresas. Sin embargo, no marca una gran diferencia en otros, como los huevos o los aguacates. Es un error asumir que un alimento orgánico es más saludable que uno convencional o que la etiqueta de orgánico es sinónimo de alimento sano. Un alimento hipercalórico orgánico sigue siendo una mala opción par alas personas que quieren adelgazar por muy orgánico y ecológico que haya sido su modo de producción.

2. Madrugan demasiado. Aunque madrugar tenga buena prensa, es mejor dormir entre siete y ocho horas que madrugar para correr. En serio, el cuerpo te agradecerá más que respetes su tiempo de descanso y reparación. Diversos estudios han demostrado consistentemente que los adultos necesitan dormir al menos siete horas diarias para mantener el organismo en buen estado. La falta de sueño se ha asociado con diversos padecimientos, entre ellos la hipertensión, la diabetes y las enfermedades que implican al sistema inmunológico. No dejes de dormir por practicar deporte.

3. Toman demasiadas vitaminas y suplementos alimenticios. Las visitas frecuentes al herbolario a veces pueden ser contraproducentes. En 2011 un estudio en el que participaron 40.000 mujeres encontró que aquellas que tomaban suplementos dietéticos a diario, especialmente hierro, tienen un riesgo de mortalidad mayor. Aunque los investigadores no consiguieron explicar las razones si señalaron que no existen estudios a largo plazo que demuestren los beneficios de tomar vitaminas, por ello aconsejan tomarlas con moderación y no saltarse las dosis diarias recomendadas por el fabricante.

4. Se hacen pruebas médicas innecesarias. Al igual que muchas vitaminas y minerales no significan que sean automáticamente saludables, visitar mucho al medico, hacerse muchas radiografía y someterse a todo tipo de pruebas médicas tampoco es sinónimo de Buena salud. Además de que algunos equipos médicos emiten radiaciones nocivas a las que no deberíamos exponernos innecesariamente, algunos procedimientos dan como resultados falsos positivos, es decir diagnósticos erróneos que traen consigo tratamientos que no necesitamos. Hay test médicos que solo están recomendados para los grupos de pacientes de riesgo y que a una persona sana probablemente solo le traerán más problemas que beneficios.

5. Piden al médico que les recete antibióticos. Los que se creen bien informados a veces intentan matar una mosca a cañonazos. Por ejemplo, presionan a su médico para que les recete antibióticos para una gripe. Tomar antibióticos en abundancia no es una buena idea, pues crearás Resistencia al fármaco y es posible que cuando necesites realmente ese tipo de medicamentos ya no sean tan eficaces en tu organismo.

6. Se lavan demasiado. Se lavan demasiado las manos, desinfectan todas las superficies, emplean demasiado jabón y muchísimo detergente. Las evidencias médicas indican que es conveniente cierta exposición a los gérmenes para mantener fuerte y sano el sistema inmunológico, evitar alergias y la debilidad ante los gérmenes del ambiente. Un medio excesivamente estéril no es bueno para la salud. Lo que hay que buscar es el equilibrio entre la higiene y las bacterias que forman parte de nuestro ecosistema, como las de la piel, la del tracto digestivo, las de la saliva o las de la vagina.

7. Tienen un exceso de confianza en la medicina alternativa. Es cierto que la acupuntura, la homeopatía, las hierbas medicinales, etc. pueden ser una buena opción terapéutica con menos efectos secundarios que los fármacos tradiciones. Pero no para todas las enfermedades. Quizás puedas aliviarte una contractura o un dolor muscular con la medicina alternativa, pero si tienes un tumor es un error renunciar a los tratamientos que han probado eficacia, como la quimioterapia, por otros de una eficacia aún por probar. Se trata de mantener la mente abierta y de dejarse ayudar por los expertos. La medicina alternativa no es siempre la mejor opción.

8. Retrasan las visitas periódicas al médico (convencional). Muchas veces confiados en los remedios naturales se saltan las revisiones médicas que son muchas veces la mejor manera de diagnosticar una enfermedad de un modo precoz. Demorar la atención de algunos síntomas puede derivar en un agravamiento innecesario del padecimiento.

9. Hacen ejercicio solo para perder peso. No practican ejercicios regularmente sino solo cuando necesitan perder unos kilos. Sin embargo, el beneficio del ejercicio físico viene precisamente de la regularidad de su práctica. Encima, la práctica esporádica de ejercicio física no ayuda a perder peso porque aumenta el apetito y casi siempre la ingesta de calorías, según explica Shantanu Nundy, médico de Atención Primaria de la Universidad de Chicago. Según este experto después de machacarnos en el gimnasio necesitamos alguna recompensa por el esfuerzo realizado y casi siempre acabamos comiendo lo mismo (o más) que quemamos en la cinta.

10. O hacen demasiado ejercicio. Ponerte desafíos a ti misma es bueno para la práctica de la actividad física , pero tu cuerpo también necesita descanso, especialmente tras una entrenamiento fuerte. Algunos signos de que quizás te estás pasando pueden ser la fatiga física y mental, los problemas para conciliar el sueño, las lesiones y los dolores musculares. Para mantener en buena forma , lo ideal es variar la rutina de ejercicio y dejar días libres entre los entrenamientos. A veces sentarse y relajarse es mejor para tu cuerpo que una hora de gimnasio.

11. Solo beben Coca cola Light y otros refrescos dietéticos. Las bebidas libres de azúcar pero no de otros edulcorantes tienen menos calorías, eso es indiscutible pero eso no significa que sean más saludables, según dos estudios presentados por la Sociedad Americana de Diabetes. En uno de ellos las personas mayores que consumían frecuentemente refrescos dietéticos tenían una circunferencia abdominal cinco veces mayor. En el otro, realizado con ratas que se alimentaban de aspartamo, un edulcorante presente en estas bebidas, se observaron cifras más altas de tensión arterial.

12. Beben agua en exceso. Por supuesto que hay que evitar la deshidratación, pero no se consigue llenándose de agua. Particularmente si te estás entrenando para correr varios kilómetros o para hacer alguna prueba deportiva de alto rendimiento, debes evitar tomar agua en exceso porque tienes riesgo de una contaminación por agua, un síndrome llamado Hiponatremia.

13. Piensan que saben más que su médico. Con Internet a su alcance y el doctor Google a sus pies, llegana la consulta perfectamente documentados y no tiene problemas en discutir con el medico y contradecir sus indicaciones. Algunos se quedan satisfechos con la información que consiguen en los foros de pacientes y ni siquiera pisan la consulta del medico.

14. Se saltan las vacunas. Muchas personas que se creen saludables optan por no vacunarse y se exponen a enfermedades que se pueden evitar. Además, viajar a ciertas zonas del mundo sin estar vacunado puede ser un acto temerario.

15. No tienen amigos saludables. Los buenos hábitos son contagiosos y los malos también. La obesidad, el tabaquismo y hasta la felicidad se contagian por nuestras redes de amigos. A veces fumamos o bebemos más de lo habitual por los amigos, también es verdad que podemos hacer más deporte o comer mejor gracias a ellos.

Mujerhoy.com

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