Con dos metros y seis centímetros de estatura, es posible que Allyssa Dehaan no sea la mujer más alta del mundo. Sin embargo, a tenor de las imágenes tomadas el día de su boda al lado de sus damas de honor, esta jugadora de baloncesto estadounidense parece un auténtica gigante (2.06 cm), publica abc.es.
A simple vista podría parecer que está subida en algún sitio, pero la longitud de los brazos, en consonancia con el resto del cuerpo, descarta esta posibilidad, tal y como señala el autor del blog «Leyendas urbanas y fábulas».
La explicación para esta singular fotografía tampoco está en que las amigas de Dehaan sean de una altura menor a la media, sino que se trata de una manipulación realizada por Lowerrider, un usuario de la web «Deviantart» que disfruta jugando con las perspectivas y retocando imágenes para convertir a las mujeres en seres mucho más altos de lo que son en realidad.
En la realidad, aunque Dehaan sigue destacando por su elevada estatura, sus amigas le llegan a la altura del hombro, no a la del codo. Quien, sin duda, no tiene necesidad de recurrir a este tipo de retoques fotográficos es Igor Vovkovinskiy, un joven ucraniano que es capaz de convertir en un enano a todo el que se acerque a su lado gracias a sus dos metros y 34 centímetros de estatura.
Posiblemente, Vovkovinskiy, a quien localizamos en el blog «Abadía Digital», sea una de las pocas personas del mundo que puede hacer que muchos de los jugadores de la NBA se sientan pequeños, tal y como le ocurrió al pivot de los Minnesota Timberwolves Nikola Pekovic tras fotografiarse junto a él.
A pesar de medir dos metros y once centímetros, el jugador montenegrino parece mucho más pequeño al lado de este auténtico gigante a quien su desmesurada estatura ya le ha causado unos cuantos problemas de salud.