Un vigilante israelí de seguridad mató hoy a un hombre junto al Muro de las Lamentaciones de Jerusalén, según dijo porque le oyó gritar “Alá es grande” y le vio sacarse algo del bolsillo, lo que le hizo temer que se trataba de un terrorista, EFE.
El suceso ocurrió a primera hora de la mañana en los cuartos de baño de la explanada del Muro de las Lamentaciones, cuando en las inmediaciones del que es el lugar más sagrado para el judaísmo había ya bastante gente.
Un médico de urgencias relató a la edición electrónica del diario Yediot Aharonot que el hombre, de unos 45 años, sufrió varios impactos de bala en la parte superior del cuerpo, y que había fallecido a causa de las heridas antes de llegar el servicio de urgencia médica.
La víctima es un israelí judío conocido en las inmediaciones del Muro de las Lamentaciones, en el que solía pasar muchas horas del día sin hacer nada.
“Lo conozco desde hace tres años, se pasea por ahí, protesta contra el gobierno. Esta mañana estaba sentado leyendo el periódico como hace todos los días”, relató un testigo al Ynet David Dahan.
Otro testigo indicó que la víctima “siempre tuvo un comportamiento raro, pero que era conocido” por todos.
En los alrededores del Muro de las Lamentaciones merodean constantemente mendigos y desequilibrados que piden dinero a los peregrinos locales y extranjeros que visitan ese lugar, muchos de ellos haciendo proclamas con la llegada del mesías o cantando versículos de la biblia.
El portavoz de la Policía israelí, Miki Rosenfeld, declaró a Efe que el caso está bajo investigación y que se están tratando de esclarecer “las razones que llevaron al vigilante a abrir fuego”.