El coordinador de Voluntad Popular en el municipio Libertador de Caracas, Ismael León, presentó nuevas pruebas de corrupción contra el presidente del Fondo Nacional de Transporte Urbano (Fontur), Miguel Rojas Uribe, quien a través de una empresa inmobiliaria registrada tanto en Venezuela como en Miami, Estados Unidos, de la que es socio principal, le vende al propio ente estatal alimentos y juguetes.
“Vengo de El Valle, viendo las largas colas para comprar leche y mantequilla, el golpe al estómago que Nicolás Maduro les mete a los venezolanos con la escasez y la inflación, y vemos cómo este señor (Rojas Uribe) le compra mensualmente a Mercal 25 kilos de carne, 35 kilos de pollo y 40 kilos de verduras, para vendérsela luego a Fontur, a través de una empresa de su propiedad que está registrada como proveedora de materiales de construcción”, aseveró León, mostrando el documento constitutivo de “Inversora Inmobiliaria Tulipanes”, que ha venido recibiendo por esta operación 20 mil bolívares al mes.
Acotó que sin duda alguna la venta de estos productos “se hace con sobre precio, porque si nos atenemos a los precios regulados que están publicados en la Gaceta Oficial Nº 40.166, solo entre el pollo y la carne estaríamos hablando apenas de un poco más de mil bolívares. ¿Cómo llegamos entonces a esta cantidad de 20 mil? ¿Con las verduras?”, inquirió.
“Esta es la clase de enchufados que usted, señora Fiscal, debería investigar”, increpó el dirigente del partido progresista, refiriéndose también al hecho de que Rojas Uribe fue presidente de Transvarca entre enero de 2012 y abril de 2013, donde Nicolás Maduro denunció ayer desde Barquisimeto la existencia de irregularidades. “Debería preguntarle (a Rojas Uribe) qué pasó con los 500 millones de dólares que se dieron para ese sistema de transporte, porque podemos mostrarle la casa que tiene en Miami”, apuntó.
León detalló también, a través de copias de puntos de cuenta y facturas, cómo “Inversora Tulipanes de Venezuela”, registrada en Miami, Estados Unidos, le vende a Fontur juguetes, mientras se gastan hasta 100 millones de bolívares en fiestas y celebraciones. “Son los mismos trabajadores, quienes nos dan estas pruebas, porque mientras los que están enchufados en esa regleta que es Fontur dándose la gran vida, ellos tienen suspendido su seguro de hospitalización, cirugía y maternidad y a los jubilados le deben sus homologaciones, sus cotizaciones en el seguro social, sus aportes a la caja de ahorros y con todo y la compradera de alimentos no tienen ni comedor”, denunció.
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