Nuevas marchas, concentraciones y hasta paralización de actividades seguían convocándose a través de las redes sociales en Brasil, para continuar con la ola de protestas que se inició hace dos semanas, la mayor en las últimas dos décadas.
Para este domingo, el movimiento ‘Día de Basta’ convocó a una caminata por la turística costanera de Copacabana en Rio de Janeiro en contra del proyecto de reforma constitucional PEC37, que limita el poder de investigación de la fiscalía y, según los manifestantes, aumentará la impunidad de los corruptos.
En el barrio más rico de Rio, Leblon, un grupo de jóvenes continuaba acampando frente a la casa del gobernador Sergio Cabral, informó la prensa local.
También para este domingo se convocó a una manifestación en la ciudad de Sao Bernardo do Campo, en el interior del estado de Sao Paulo, así como en Fortaleza (noreste), donde se jugará el partido entre Nigeria y España por la Copa Confederaciones de la Fifa, que se disputa estos días en Brasil como antesala al Mundial-2014.
Para el próximo jueves varios mensajes difundidos por las redes sociales Twitter y Facebook llaman a una paralización de actividades en todo el país.
El diario Folha de Sao Paulo publica este domingo que organizaciones sindicales vinculadas a partidos de la extrema izquierda están llamando a una jornada de paralización nacional para este jueves, bajo el lema “Día Nacional de Lucha”. El movimiento de protestas, sin embargo, se desvincula de sindicatos y partidos políticos.
El sábado, nuevas protestas tuvieron lugar en más de un centenar de ciudades pese al discurso conciliatorio que ofreció el viernes la presidenta Dilma Rousseff, en el que se comprometió a atender las demandas y anunció un pacto con las autoridades regionales para mejorar los servicios públicos.
La mayor manifestación del sábado tuvo lugar en Belo Horizonte durante un partido de la Copa Confederaciones.
Aunque numerosas, las protestas fueron más pequeñas que las del jueves pasado, cuando más de un millón de personas salieron a las calles de varias ciudades brasileñas.
Inicialmente contra el alza del pasaje del transporte público, la ola de protestas extendió sus reclamos a los deficientes servicios públicos y la clase política corrupta. Muchos manifestantes reclaman también por los millonarios gastos del Estado en la organización de las Copas de la FIFA en lugar de realizar inversiones en salud o educación.
Según una encuesta de Ibope publicada el sábado, 75% de los brasileños apoya las protestas en demanda de educación, salud y transporte de mejor calidad. AFP