Un programa de la televisión islámica transmitido en Inglaterra ha generado duras críticas desde que se difundió: su conductor entrega claves religiosas sobre cómo castigar a una mujer. Jassem Al-Mutawa, el presentador del programa, muestra una serie de garrotes con los que, según él mismo indica, muchos creen que se debe imponer la disciplina en el hogar. Sin embargo, Al-Mutawa explica, al tiempo que exhibe las largas varas, que “es necesario resolver los problemas a través de dialogo y el mutuo entendimiento”.
La señal Iqraa TV, que se describe como “el refugio de la familia”, detalló las formas de imponer disciplina, una tarea reservada exclusivamente al sexo masculino.
“A algunas, si les hablas con dureza, se vuelven más tercas y la situación empeora. Con otras, ocurre exactamente lo contrario: si hablas con ellas con calma, ellas no lo entenderán y la situación empeora. (…) No se puede establecer una ley”, explica.
Los dichos son reafirmados por un profesor de la fe islámica que detalla a su anfitrión que, aunque recomienda utilizar el diálogo para enfrentar las diferencias entre el hombre y la mujer, reconoce que algunas féminas exigen la utilización de palabras fuertes.
El profesor Mohamed Al-Hajj de la Universidad de Jordania, entrevistado por el mismo programa, explica: “Un auto no puede ser conducido por dos personas, puede tener sólo un coductor. El islam pone la conducción de la familia en manos del esposo”.
Sin entrar en detalles, agrega que cualquier castigo a la mujer debe limitarse a casos de rebelión que lleguen a convertir “la vida familiar en un infierno”. También se puede anticipar esa desobediencia pegando primero, cree.
Otros consejos para sancionar a la pareja, según el experto, consisten en negarse a compartir la cama con la compañera, como parte de otra serie mecanismos para demostrar desacuerdo con el comportamiento de la mujer rebelde.
De acuerdo con las declaraciones del experto, la sabiduría del islam recomienda evitar las duras palizas que dejen cicatrices, fracturas o distintas marcas en el cuerpo o rostro.
“La disciplina familiar es un derecho del marido sobre la mujer, y viceversa”, añadió. Sin embargo, sería “imoral” decir que una mujer está habilitada a golpear a su esposo, porque esto “confundiría la autoridad del marido”, aclaró el experto.
Finalmente, Jassem Al-Mutawa recomienda evitar los garrotes exhibidos al comienzo del programa e incursionar en los golpes a las esposas con “pañuelos”. / Infobae