El futuro rey de los belgas, el príncipe Felipe, se denominará “Philippe” en todos los actos oficiales y no utilizará la versión en flamenco de su nombre, “Filip”, que es como se le conoce en Flandes, la mitad norte del país, informa hoy la Agencia Belga de noticias.
“Aunque el uso establece que el príncipe y futuro rey sea llamado Philippe en Valonia (mitad sur del país, de habla mayoritariamente francófona) y Filip en Flandes, el futuro Jefe de Estado deberá utilizar la grafía “Philippe” para todos sus actos oficiales”, según la agencia.
El nombre de “Filip” aparece hasta ahora en todas las comunicaciones oficiales en neerlandés, mientras que “Philippe” era utilizado para la comunicación francesa y la internacional, pero a partir de la coronación del futuro rey, todas las leyes belgas serán firmadas exclusivamente bajo el nombre de “Philippe”, según el diario valón La Derniere Heure.
La casa Real belga no ha confirmado cuál será la denominación oficial del todavía heredero, que aún debe ser confirmada por el Gobierno Federal del país, pero en principio el rey deberá recurrir solo a su nombre de nacimiento en los actos oficiales para evitar confusión jurídica.
En su infancia, el heredero al trono belga fue conocido como “Filips” en Flandes, que era el nombre del padre del primer rey de Bélgica, Alberto I, aunque en los ochenta la “s” final desapareció por orden de la casa Real.
Esta decisión trató de evitar la asociación del entonces príncipe “Filips” con el rey Felipe II de España, soberano de estos territorios que se rebelaron contra el poder del monarca español, dando lugar a la Guerra de los Ochenta años, según La Derniere Heure.
Bélgica ha comenzado ya a preparar la celebración del 21 de julio, su fiesta nacional, día elegido por Alberto II para abdicar en Felipe, su hijo primogénito, que ese día se convertirá en Jefe del Estado y en el séptimo rey de los belgas. EFE