Las tarjetas de crédito tienen muchas ventajas como la posibilidad de comprar las cosas que necesitas en el momento y la seguridad de no llevar dinero en efectivo. Utilizar una tarjeta de crédito es como obtener un préstamo. Si no pagas el saldo cada mes, comenzarás a pagar interés por ese préstamo.
1. Elige sabiamente
• Conoce tu estilo de vida financiero; es decir, tus necesidades y deseos en cuanto al dinero se refiere. Una vez que determines cómo vas a usar una tarjeta de crédito, debes entender todas las características de la tarjeta, incluyendo:
• Costo Anual Total (CAT) y si las tasas de interés son fijas o variables
• Cuota anual, cuota por pago atrasado y cargos por sobrepasar el límite de crédito
• Límite de crédito de la cuenta
• Período de gracia antes que comience a acumularse el interés
• Premios, incluyendo puntos para compras y viajes
2. Conoce y entiende tus derechos
• Algunas tarjetas de crédito cuentan con una protección con la cual, no eres responsable por los cargos fraudulentos cuando los reportas con prontitud.
• En algunos casos tienes el derecho de solicitar cambios y reembolsos de tus compras en comercios cuando los productos o servicios no fueron satisfactorios.
• Algunas tarjetas ofrecen seguros que protegen tu compra en caso de robo o daño, además de extender la garantía de los productos hasta por el doble del tiempo.
3. Reporta los Errores en tu Estado de Cuenta
• Si encuentras datos inexactos en tu estado de cuenta – pagos atrasados que te atribuyeron por error, cuentas que debían haberse cerrado– reporta los errores inmediatamente, ya que estos podrían afectar tu historial crediticio y costarte dinero.
Nota de prensa Burson Marsteller