El vigilante vecinal George Zimmerman fue absuelto el sábado en la muerte a tiros de Trayvon Martin, un adolescente negro desarmado cuyo fallecimiento desató un debate furioso en todo Estados Unidos sobre la caracterización racial, la defensa propia y la justicia igualitaria.
Zimmerman, de 29 años, pestañeó y sonrió apenas perceptiblemente cuando se anunció el veredicto. Lo hubieran podido condenar por asesinato en segundo grado u homicidio involuntario. Pero el jurado de seis mujeres, todas blancas excepto una, llegó al veredicto de inocente después de 15 horas de deliberaciones. Los nombres de los jurados no se han hecho públicos y declinaron hablar con los medios.
Los padres de Martin no estaban en el tribunal cuando se leyó el veredicto; partidarios de su familia que se habían reunido frente al edificio del tribunal gritaron “¡No! ¡No!” al conocer el veredicto.
Tracy, el padre de Martin, reaccionó en Twitter: “Aunque tengo el corazón roto mi fe es inquebrantable y SIEMPRE ADORARE A MI HIJO TRAY”.
La madre de Martin también escribió en Twitter que agradecía las oraciones de sus partidarios.
“Dios, confío en ti durante mi hora más oscura. Tú eres todo lo que tengo”, escribió.
Los jurados escucharon casi tres semanas de testimonios, en ocasiones en extremo contradictorios, sobre quién fue el agresor la lluviosa noche en que el adolescente de 17 años fue ultimado a tiros mientras paseaba por la comunidad cerrada donde se estaba quedando.
Los abogados defensores dijeron que el caso era un clásico de defensa propia, alegando que Martin derribó a Zimmerman y estaba golpeando su cabeza contra la acera cuando Zimmerman disparó su arma.
“Estamos encantados con los resultados”, dijo el abogado defensor Mark O’Mara después del veredicto. “George Zimmerman nunca fue culpable de nada, excepto protegerse en defensa propia”.
Otro miembro del equipo de la defensa, Don West, dijo que estaba contento de que el jurado “evitara que esta tragedia se convirtiera en una parodia (de la justicia).
Los fiscales calificaron a Zimmerman de mentiroso y lo presentaron como un vigilante “aspirante a policía” frustrado por robos en su vecindario obra fundamentalmente de negros jóvenes. Zimmerman supuso que Martin no andaba en nada bueno y tomó la ley en sus manos, dijeron los fiscales.
La fiscal estatal Angela Corey dijo después del veredicto que creía que el cargo de asesinato en segundo grado era el correcto porque la mentalidad de Zimmerman “encaja en el asesinato en segundo grado”.
“Lo acusamos de lo que creíamos que podíamos probar”, dijo Corey.
A medida que el veredicto se acercaba, la Policía y las autoridades municipales del suburbio de Sanford, en Orlando, y otras partes de la Florida dijeron que estaban tomando medidas de precaución contra posibles protestas masivas o problemas mayores en caso de una absolución.
“Nadie desea violencia”, dijo Don Eslinger, jefe de la Policía del Condado Seminole, inmediatamente después que el jurado comenzó a deliberar. “Esperamos que cuando se anuncie el veredicto nuestra comunidad siga comportándose de manera pacífica”.
O’Mara, uno de los abogados de Zimmerman, dijo que su cliente está consciente de que tiene que ser cauteloso y protegerse.
“Todavía hay elementos que desean venganza”, dijo O’Mara. “Esas personas no prestarán atención al veredicto de inocencia”.
El veredicto se anunció un año y medio después que defensores de los derechos civiles exigieron con furia que Zimmerman fuese enjuiciado.
Zimmerman no fue arrestado durante 44 días después de los hechos del 26 de febrero de 2012, mientras que la Policía de Sanford insistía que la ley de defensa propia de la Florida les impedía acusarlo. Las leyes de la Florida otorgan a la población un amplio margen en el uso de la fuerza si temen por su vida o resultar con lesiones graves.
Rosie Barron, de 50 años, y Andrew Perkins, de 55, los dos negros y vecinos de Sanford, estaban en el estacionamiento del tribunal y lloraron cuando conocieron el veredicto.
“Yo pensé que por lo menos lo iban a condenar a algo”, dijo Barron.
Su hermano agregó: “¿Cómo demonios no lo declararon culpable?”
Perkins estaba tan molesto que temblaba. “(Zimmerman mató a alguien y se salió con la suya”, gritó Perkins en dirección al edificio del tribunal. “No lo van a poner en libertad condicional ni nada”.
Varios defensores de Zimmerman también estaban junto al tribunal, un hermano y su hermana que se alegraban sin alboroto del veredicto. Los dos pensaban que el jurado tomó la decisión correcta porque pensaban que Zimmerman mató a Martin en defensa propia.
Cindy Lenzen, de 50 años y de Casslebury, y su hermano Chris Bay, de 52, estaban mirando a los manifestantes gritar lemas como “todo el sistema es culpable”.
Lenzen y Bay, que son blancos, dijeron que el caso fue “una tragedia”, especialmente para Zimmerman.
“Es una tragedia que va a tener que sufrir el resto de su vida”, dijo Bay. “Nadie gana en esto. Va tener una pesadilla todas las noches”.
Mientras tanto, las autoridades de Miami, de donde Martin es original, reportaron que las calles estaban tranquilas. El vecindario donde el padre de Martin vive, Miami Gardens, estaba igualmente tranquilo.
AP