Hay momentos duros en la vida. Muchos. Sentir soledad, sin la compañía o el apoyo de una persona amada, es una experiencia difícil que todas nosotras hemos pasado en algún momento de nuestras vidas. La soledad no es sencillamente estar sola, este es un problema menor porque muchas mujeres necesitan estar solas. Lo que de verdad es duro es sentirse vacía aunque estés rodeada de mucha gente.
La soledad no suele ser la ausencia de personas significativas en la vida, el trasfondo de este sentimiento tiene que ver más con lo que no hemos hecho nosotras por nuestra vida. Cuando por X motivos, nos sentimos solas, porque nadie nos entiende, porque no se dan las condiciones que esperamos en la vida, todo parece que no tiene sentido ¿Qué hacer?
Me siento sola y triste ¿Qué hacer?
El que no tiene la posibilidad de estar en conexión con el otro, de decir o escuchar, se enferma más. Es mejor tener pegos sociales que estar solo.
Cuando nos sentimos mal, parece que la soledad es nuestra enemiga número uno, pero en realidad, es una etapa que puedes aprovechar y para salir muy fortalecida. Sé que las palabras suenan muy bien a la hora de oír consejos cuando la realidad en tu interior es el dolor, si estás pasando por un momento así.
Muchas mujeres invierten materialmente y energéticamente en varios aspectos para satisfacerse, pero invertir tiempo y dinero en un terapeuta, no suele ser lo más habitual. Cuando la soledad es algo insostenible de soportar, es cuando tenemos que ser realistas y darnos cuenta de que necesitamos un confidente profesional que nos pueda brindar orientación adecuada y que pueda alentarnos.