Los militares le disparan a cuanto camión Tritón ven pasar hacia la Guajira. Ya no los extorsionan, denuncia una víctima. “Lo que quieren es matarnos”. Zoe López (25) está grave en el Hospital Universitario. Le extrajeron tres balas ayer en la mañana. Aseguran que los militares con mayor rango obligan a los soldados “paisanos” suyos a atacarlos, publica La Verdad.
Por Ana Karolina Mendoza / Maracaibo / amendoza@laverdad.com
Un puñado de tenientes del Ejército venezolano levantaron, presuntamente, sus armas y las descargaron contra tres familias que viajaban hacia la Alta Guajira en un Tritón. Zoe López (25) cayó herida. Tres balas de alto calibre penetraron su pecho, atravesaron las costillas derechas y el hombro derecho. Está grave en el Hospital Universitario de Maracaibo.
Como cada lunes en la madrugada viajaban a la Guajira para llevar harina, arroz, azúcar, agua potable, refrescos, entre otros alimentos y comercializarlos allá. “¡Ojo! no somos ‘bachaqueros’. Pertenecemos a la cooperativa Serranía Macuira. Estamos legales. Tenemos permisos”, recalcó Beatriz González antes de continuar su relato del supuesto ataque militar.
Iban por el puente Neima, en la Guajira venezolana. Se encontraron de frente con otro Tritón blanco, pero sin placa, que les obstaculizó el avance. Desde ahí comenzaron a dispararle. “Luis López le dio retroceso para escapar de las balas, pero nos trancó un Tiuna. Los militares también hacían tiros. Fueron muchos. Por poco quedamos sordos”. Los del camión, tras vaciar sus armas, huyeron. Los uniformados intentaron hacer lo mismo. Pero las comerciantes wayuu se lo impidieron.
“A Luis lo arrodillaron y le cayeron a patadas. Le decía uno de los tenientes: ‘Así te quería ver, pa’ matate’. Tampoco querían auxiliar a Zoe, por eso la montamos en el Tiuna”. La dejaron en una comandancia de Paraguaipoa. Una ambulancia la llevó al Universitario.
Beatriz aseguró que los militares con mayor rango obligan a los soldados “paisanos” suyos a atacarlos. “Aunque no le vemos la cara, porque usa pasamontañas, ni el nombre por el chaleco antibalas, nosotros sabemos quién es el soldado que nos joroba. Trabajó en las casitas de Paraguaipoa”.
A los familiares de Zoe los llamaron desde la emergencia. Iban a intervenirla para sacarle las balas. Aguantó la operación, pero su estado es crítico. “Estamos cansados de que a todos nos ataquen porque nos creen ‘bachaqueros’. Mi sobrina está el filo de la muerte y ¿quién se responsabiliza?”.