El éxito y el reconocimiento tardó en llegar para Marco Scutaro. Por eso, las palabras que se desprenden después de su primera selección a un Juego de Estrellas, a sus 37 años, están llenas de reflexiones por el largo camino recorrido, informa liderendeportes.com
Leonardo Mendoza/ Lmendoza@cadena-capriles.com
Después de casi doce temporadas en las mayores, seis uniformes y una lucha constante por un puesto fijo como titular, el segunda base de los Gigantes de San Francisco intenta vivir esta experiencia como cualquier novato.
“Tengo más de una década en las Grandes Ligas sin haber estado en un Juego de Estrellas. Al final de mi carrera, poder vivir esta experiencia es única y especial”, soltó el yaracuyano al Nuevo Herald durante las horas previas al choque de mitad de campaña.
Scutaro llegó a las Grandes Ligas tarde, a los 26 años, con los Mets de Nueva York (2002). Allí estuvo dos campañas sin mucha acción, hasta que pasó a los Atléticos de Oakland, donde jugó más de cien partidos en cuatro años, rotándose entre el campocorto y la intermedia. Luego, trabajó con los Azulejos de Toronto, Medias Rojas de Boston y Rockies de Colorado en la primera parte de la campaña del 2012, cuando fue canjeado a los Gigantes.
Este último cambio le permitió vivir su primera vivencia en una final, ganar un título de campeón y, ahora, un Juego de Estrellas. Además, firmó un contrato multianual por primera vez en su carrera.
“Siento que todo el esfuerzo que yo he hecho estos años ha valido la pena, que no fue en vano. Este es el mejor premio después de todos estos años, tras todos los sacrificios y todo lo que tuve que pasar”, agregó.