Al menos veintiún niños murieron por una intoxicación alimentaria luego de comer un almuerzo gratuito en una escuela primaria en el paupérrimo Estado de Bihar, en el este de India, provocando una ola de indignación.
Los niños, que fallecieron el martes, fueron enterrados el miércoles cerca de su escuela, un establecimiento público del pueblo de Masrakh, en la región de Saran.
Otros 30 alumnos permanecían en varios hospitales del Estado de Bihar, el más poblado de India, considerado también como el más pobre.
“El balance subió a 21” niños fallecidos, indicó a la AFP un responsable del gobierno local, Amarjeet Sinha.
El primer balance de la tragedia daba cuenta de ocho fallecidos y 80 enfermos.
Este drama provocó la indignación de los habitantes de Chhapra, la principal ciudad de Saran, donde cientos de personas rompieron las ventanas de buses escolares y saquearon una comisaría el martes por la noche.
Los manifestantes exigían “medidas firmes contra los funcionarios responsables”, según ellos, de la muerte de los niños, indicó un responsable local, S.K. Mall.
Los alumnos comieron un plato de arroz y lentejas preparado en la misma escuela.
En varios de los 29 Estados de India, las autoridades ofrecen almuerzos gratuitos a los niños en las escuelas públicas, para paliar la pobreza generalizada.
Los primeros elementos de la investigación revelaron la probable presencia de fosfato, substancia contenida en insecticidas, según un responsable del gobierno local, Amarjeet Sinha.
La causa de las muertes sería un envenenamiento, por lo que los pacientes están siendo tratados con atropina, un antídoto utilizado contra los efectos de los gases neurotóxicos, añadió.
“Mis hijos fueron a la escuela a aprender. Volvieron a casa llorando y quejándose por el dolor”, contó el padre de niños afectados en el canal de televisión NDTV.
“Los tomé en mis brazos pero no paraban de llorar y de quejarse de un dolor de estómago terrible”, añadió.
El jefe del Gobierno de Bihar, Nitish Kumar, ordenó la apertura inmediata de una investigación y anunció el envío de un equipo de expertos forenses.
Según los habitantes de Masrakh citados por la prensa, también habría rastros de aceite de mostaza contaminada.
“Los investigadores examinan muestras de los alimentos y del vómito de las víctimas”, explicó Amarjeet Sinha.
El gobierno de Bihar se comprometió a dar 200.000 rupias (2.500 euros) a las familias de las victimas.
Los profesores estiman que la gratuidad de los almuerzos permite aumentar la asistencia a la escuela de los alumnos indios.
Pero las intoxicaciones alimentarias en las escuelas son frecuentes a causa de los deplorables niveles de higiene en las cocinas de los establecimientos y, a veces, de la mala calidad de los alimentos servidos.
El año pasado, más de 130 alumnos tuvieron que ser hospitalizados en Pune, en el oeste de India, por una intoxicación alimentaria. Una investigación determinó que los alimentos que ingirieron estaban contaminados con la bacteria E.Coli.
Los precios de los alimentos se han disparado en los últimos seis años en India, haciendo más difícil la vida diaria de los 455 millones de indios que, según el Banco Mundial, viven bajo el umbral de pobreza.
El gobierno indio aprobó a principios de julio por decreto un amplio programa de ayuda alimentaria para los más pobres, una medida aplazada por mucho tiempo y anunciada a un año de las elecciones generales.
Este programa sería el mayor del del mundo, con ayuda alimentaria para cerca del 70% de la población, es decir para más de 800 millones de personas. Este plan garantiza un suministro mensual de entre 3 y 7 kilogramos de granos por persona, dependiendo de los ingresos.