El maquinista del tren que descarriló el miércoles cerca de Santiago de Compostela (Galicia, noroeste), causando 78 muertos, está “en la comisaría detenido por delito de homicidio por imprudencia”, afirmó este sábado el ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz.
“Desde la 19h40 (17h40 GMT) del jueves está en condición jurídica de detenido por presuntos delitos de homicidio por imprudencia”, dijo Fernández Díaz, en una rueda de prensa en Santiago, antes de añadir que el conductor José Francisco Garzón Amo, de 52 años, “ha sido dado del alta y ya está en la comisaría”.
El ministro adelantó que el conductor del tren, que se ha negado a hablar ante la policía, será puesto el domingo a disposición del juez.
“Las 72 horas (límite de detención policial antes de ser puesto a disposición de un juez en España, ndlr) terminan a las 19h40 (del domingo) y pasará entonces a disposición judicial”, afirmó Fernández Díaz.
Poco antes, al visitar el lugar del siniestro cerca de la entrada a Santiago de Compostela, el ministro del Interior español había afirmado que “hay indicios razonables como para considerar que pueda tener una eventual responsabilidad en lo que ha sucedido, que deberá de determinar en todo caso el juez y la investigación que está abierta por las autoridades del Fomento y las autoridades técnicas competentes”.
Desde el jueves, las primeras hipótesis apuntaban a un exceso de velocidad como probable causa del accidente, aunque el ministro se limitó a afirmar al respecto que “hay informaciones públicas en las que no voy a entrar” y tampoco detalló cuáles son los indicios que supuestamente apuntan al conductor.
La investigación parece de esta manera dirigirse más hacia el conductor, que a un eventual fallo de los sistemas de frenado automático.
“Él, ya cuatro kilómetros antes de donde se produce el accidente, ya tiene la notificación de que tiene que empezar a reducir la velocidad”, dijo a la televisión pública española, Gonzalo Ferre, presidente de Adif, el gestor de la red española de vías.
El diario El País publicó la transcripción de una comunicación por radio entre el conductor del tren y la estación de Santiago, en la que admite que circulaba a 190 km/h en un tramo en el que debía ir a 80 km/h, y un vídeo de una cámara de seguridad muestra un tren entrando a toda velocidad en una curva, descarrilando y quedando volcado sobre un costado.
Las cajas negras del convoy servirán para conocer las causas del accidente, pero de momento “están custodiadas” por la policía sin que se hayan abierto aún, dijo la ministra de Fomento, Ana Pastor, junto a Fernández Díaz.
El accidente ferroviario de Santiago es el peor ocurrido en España desde los años 40 cuando cientos de personas murieron en el choque de dos trenes en la provincia de León (noroeste).
AFP
Más temprano
El conductor del tren que el miércoles de noche descarriló en Santiago de Compostela provocando la muerte de al menos 78 personas seguía detenido en el hospital este sábado mientras la policía trabaja en la identificación de los últimos tres cuerpos.
El pase a disposición judicial “no está previsto para hoy” sábado, indicó el Tribunal Superior de Justicia de Galicia en un comunicado.
En las últimas horas la investigación, en manos del juez Luis Alaez del juzgado de instrucción número 3 de Santiago, apunta al papel del conductor y al exceso de velocidad como posibles causas del accidente.
Por su parte, la estructura pública que gestiona las vías de tren españolas (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Adif), explicó el viernes que el conductor no habría frenado lo suficiente antes de entrar en la curva donde se produjo el siniestro.
“Él, ya cuatro kilómetros antes de donde se produce el accidente, ya tiene la notificación de que tiene que empezar a reducir la velocidad”, dijo el presidente de Adif, Gonzalo Ferre, a la televisión pública española.
El conductor, José Garzón Amo, 52 años, con diez años de experiencia, se negó el viernes a declarar ante los policías que lo visitaron en el hospital, donde se recupera de las heridas leves que sufrió en el accidente.
Este sábado el ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, tiene prevista una visita a la zona del siniestro y al pabellón multiusos convertido en tanatorio provisional donde están los últimos cadáveres sin identificar.
En los hospitales de la capital gallega todavía quedan 81 personas ingresadas, entre ellas 28 adultos y tres niños en estado grave, indicó la consejera de Sanidad de Galicia Rocío Mosquera.
En las últimas 24 horas la policía judicial ha acelerado la identificación de cadáveres y este sábado ya sólo quedan tres por identificar, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
Se trata de los cuerpos más deteriorados por el accidente y que en algunos casos han necesitado análisis de ADN para ser identificados.
Entre las víctimas, la mayoría españolas, también hay algunos extranjeros, entre ellos ciudadanos de Venezuela, Argelia, Estados Unidos, Brasil, México, República Dominicana e Italia.
En la fatídica curva cerca de Santiago, donde tuvo lugar el accidente, los técnicos siguen trabajando para despejar la vía donde se produjo el descarrilamiento, que sigue cortada al tráfico.
“La previsión es abrirla durante el fin de semana”, dijo una portavoz de Adif, sin poder precisar si será este sábado o el domingo, mientras una segunda vía quedó abierta al tráfico el viernes, aunque los trenes circulan por ella con una extrema prudencia a la altura del lugar del siniestro.
Galicia de luto
En Santiago, un centro mundial de peregrinaje al que acuden miles de personas cada año, la emblemática plaza del Obradoiro se ha convertido en el centro de homenaje a las víctimas, y los peregrinos que van llegando depositan flores y velas junto a la catedral.
Tras el accidente el ayuntamiento suspendió todas las fiestas del patrón de la ciudad, que se celebran el 25 de julio, y las autoridades regionales declararon siete días de luto oficial. Junto al dolor y el luto, llegan también las preguntas sobre las responsabilidades del accidente, que este sábado resumía el periódico regional “La Voz de Galicia” con un gran “¿Por qué?” en su portada.
“¿Por qué no se frenó el tren cuatro kilómetros antes, como es preceptivo? ¿Por qué el maquinista se niega a explicar lo que hizo antes del accidente?”, se preguntaba el periódico junto a una lista de los fallecidos.
AFP