A los gobiernos como a las personas se les puede juzgar por las obras que han realizado; pero también, por lo que han dejado de hacer. Si se juzgara bajo este último parámetro al actual régimen venezolano, quedaría aun peor parado de lo que ya hoy luce. Tomemos un ejemplo: lo que se ha dejado de hacer en materia de producción petrolera. Desde hace años, la administración de PDVSA ha venido hablando de incrementar la producción de crudos a 5 y más millones de barriles diarios de petróleo. Ese es una meta en la cual no hubo ruptura de este régimen con gobiernos anteriores. Hace años ya el país hubiese podido alcanzar ese objetivo e incluso sobrepasarlo, aprovechando sobre todo los altos precios del crudo y el gran interés de sólidos inversionistas en explotar nuestras reservas, a pesar de los riesgos políticos. Si esa meta tantas veces pospuesta se hubiera alcanzado, digamos en 2003, y buena parte de los recursos provenientes de la venta de –supongamos- dos millones de barriles diarios se hubieran ahorrado en un fondo soberano, ¿Cuánto tendríamos los venezolanos hoy en ese fondo? Un simple cálculo indica que si se hubiese en promedio ahorrado 50 dólares por barril, ese fondo tendría –sin contar intereses o dividendos- 365 millardos de dólares. Esa es una cifra superior al Producto Interno actual de Venezuela. Con un 5% de rendimiento, ese fondo pudiera estar generando intereses anuales del orden de $ 18 millardos. Noruega tiene un fondo de 737 millardos de dólares que divididos entre sus 5 millones de habitantes, arroja un patrimonio per cápita de $ 145 mil. Los Emiratos Árabes tienen uno de $ 627 millardos; Arabia Saudita uno de $ 500 millardos; Kuwait uno de $ 342 millardos. El Estado de Texas en Estados Unidos tiene también uno, de alrededor de $ 20 millardos, cuyas ganancias se destinan a programas de educación. Por supuesto, esperar que el régimen venezolano actual hubiese hecho una cosa como esa, es pedirle peras al olmo. Si ha dilapidado los ingresos obtenidos; si encima de eso se ha endeudado fuertemente; si ha dejado más bien caer la producción de crudo; ¿cómo esperar que hubiese alcanzado una meta cómo la aquí planteada? Con este régimen, en vez de un fondo petrolero, lo que tenemos es un barril sin fondo.
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