Los abogados del ex primer ministro y magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi intentaban este miércoles impedir que la Corte de Casación confirme definitivamente la condena por fraude fiscal que conlleva la inhabilitación por varios años a ejercer cargos públicos, lo que podría incendiar el clima político de Italia. AFP
La Suprema Corte, que inició a examinar el caso el martes, deberá confirmar o no la condena a Berlusconi a 4 años de cárcel por fraude fiscal en la adquisición de derechos televisivos para su imperio audiovisual Mediaset y a cinco años de inhabilitación a ejercer cargos públicos.
“Berlusconi fue el creador del mecanismo para el fraude fiscal”, declaró la víspera el procurador general de la Corte de Casación, Antonio Mura, al solicitar a los cinco magistrados del máximo tribunal judicial que confirmen la condena, pero que reduzcan de cinco a tres años la inhabilitación según las normas vigentes.
La decisión de la corte, la instancia judicial más importante del país, no puede ser impugnada y podría ser anunciada este miércoles o el jueves, según la prensa.
El equipo de abogados de Berlusconi lidera este miércoles la llamada “última batalla” del Cavaliere y busca complejas salidas judiciales para impedir que los cinco magistrados confirmen la condena.
Según la prensa, se barajan varias posibilidades, entre ellas que la corte absuelva a Berlusconi o que decida que el proceso se repita.
También existe la opción de que confirme la condena a un año de cárcel, que de todos no tiene que cumplir por razones de edad, y que le rebajen el plazo de inhabilitación para ejercer cargo público.
La inhabilitación del líder indiscutible de la derecha italiana, tres veces primer ministro y actual senador de la república, tensiona el clima político.
Il Cavaliere de todos modos no perderá automáticamente su curul de parlamentario, ya que ello debe ser autorizado con un voto secreto por todo el Senado.
La posible confirmación de la condena amenaza con desatar una crisis política, en un momento particular tras el pacto alcanzado en abril entre las dos mayores formaciones, el Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi y el Partido Democrático (PD, izquierda) para sacar al país de la crisis económica y social que atraviesa tras unas elecciones ajustadas, que no dieron un vencedor claro.
Según el historiador especializado en el fenómeno ‘berlusconiano’, Giovanni d’Orsina, el magnate “no va a reaccionar, mantendrá el perfil bajo que ha mantenido en estos días. Quiere actuar como estadista, preocupado más por la suerte del país que por la de él. Es un actor racional”, escribió en Il Corriere della Sera.
Para el diario económico Il Sole24Ore, nadie sabe como reaccionará Berlusconi si la condena es confirmada.
Desde que se lanzó al ruedo de la política en 1994, Berlusconi ha tenido que encarar numerosos enredos judiciales, pero nunca ha sido condenado en forma definitiva. Se ha beneficiado de la prescripción del delito o ha sido absuelto.
El Tribunal de Milán (norte) confirmó en mayo pasado en segunda instancia la condena a cuatro años de cárcel del ex primer ministro italiano por fraude fiscal por el caso Mediaset, pero la rebajó a un año gracias a una amnistía.
Berlusconi, de 76 años, fue juzgado por aumentar artificialmente el precio de los derechos de difusión de filmes, comprados por sociedades pantalla de su propiedad y vendidos a su imperio audiovisual Mediaset, un sistema que permitía al grupo reducir los beneficios en Italia y pagar menos impuestos.
Para el diario Il Corriere della Sera el veredicto de la Corte de Casación es “un asunto de Estado”, que tiene al país en vilo.