Tras la controversia surgida por algunas de sus «confesiones», la reportera se reafirmaba en su página personal y no pedía disculpas por lo que entendía que era una entrada «graciosa y satírica», que solo ofendía a las personas «más conservadoras».
Entre los comentarios figura uno en el que aseguraba dominar la posición en la que parecía más delgada ante la cámara. También decía que se echaba siestas en el coche de la empresa, destacaba las mejores fuentes como aquellas por las que sentía algo y admitía que había robado correo, auque después lo había devuelto («tal vez»).
En su cuenta en YouTube también hizo algunas declaraciones controvertidas, como el vídeo de un viernes en el que hablaba de las cosas «emocionantes» que hacía una periodista: «Esta soy yo, sentada en mi coche, esperando para hacer una historia sobre nada y cobrar menos que la mayoría de los jefes de McDonald».