La mayoría de las casas que fueron construidas hace al menos 40 años en plena franja arenosa de playa La Restinga se encuentran deterioradas, corroídas por el salitre. Aparte de eso el hacinamiento es evidente con tres o cuatro grupos familiares que residen en una misma casa, cuyo interior asemeja el hábitat humilde de cualquier barriada de ciudad. La única diferencia en esta zona tipificada rural es tener al fondo una de las lagunas de mayor biodiversidad y ecosistema natural del mundo y enfrente esa playa larga, majestuosa y pródiga hasta de guacucos.
El anuncio de construir y remodelar viviendas en esta zona costera, con base a un proyecto presentado ante el Ministerio de las Comunas y Protección Social para su financiamiento ha captado el interés sobre esta importante, pero frágil área insular. Cada quien lo ve desde su óptica, como lo expresa Maritza Vásquez, vocera comunal.
-En verdad nunca se debió haber dejado construido aquí, pero esta es nuestra realidad y lo que estamos pidiendo es mejorar nuestra calidad de vida.
Vivir en medio de un área protegida, decretada Parque Nacional les inhabilita para ampliar viviendas o hacer otras nuevas, a menos que el estado venezolano lo autorice.
Explicó que hay 40 casas que a su modo de ver se encuentran todas en malas condiciones. Está de acuerdo en que se derrumben éstas y se construyan e incluso las nuevas para quienes están arrimados en una misma casa. En total serían 44, porque hay unas no habitadas. Admite que tan solo el anuncio, hizo reaparecer a quienes ya no viven allí. Justo es que las casas sean para quienes han vivido en el sitio, y no a quienes ahora quieren entrar en la lista.
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