A primeras horas de la mañana de este martes iniciaron la evacuación de los cadáveres descompuestos que permanecían en la cava de la morgue del Hospital Central de San Cristóbal, solventando así el problema de contaminación que existía desde hace unos días. lanacion.com.ve
Tres de estos cadáveres fueron donados a la escuela de Medicina de la Universidad de Los Andes, en Mérida, para ser sometidos a estudios por parte de los alumnos que cursan esta carrera. Los restantes están sepultados en una fosa común en el Cementerio Municipal de San Cristóbal.
De esta manera, el estado de contaminación y de olores putrefactos que emanaban de estos cuerpos descompuestos, y que habían dado paso a distintas manifestaciones de descontento y quejas, terminó, hasta regresar a la normalidad.
El lunes pasado el ambiente se volvió tan crítico, ante los olores putrefactos en el interior de las instalaciones, que parte del personal que allí labora y otras áreas de la Sala de Anatomía Patológica, se vio obligado a cumplir funciones en la parte externa de la misma, al aire libre.
La situación de emergencia se originó hace unos días, al presentarse una avería en la cava donde permanecían entre 14 y 17 cadáveres, algunos con vieja data de muerte y que por distintas razones, ya sean legales o porque los familiares no habían ido a reclamarlos para darles cristiana sepultura, estaban allí en calidad de depósito.
Al irse descongelando paulatinamente, la descomposición de los cuerpos se aceleró, con los resultados ya descritos, pero tras la evacuación de los cuerpos, personal de la morgue se ocupó de limpiar la cava, a la espera de que el daño que provocó que dejara de trabajar, fuera resuelto por los técnicos, según las autoridades del área de salud, este mismo martes en la tarde.(MB)