1. Contrae tu ‘músculo sexual’
Esta es una técnica ya conocida, pero que siempre vale la pena acotar: contraer y relajar varias veces al día el músculo que detiene la orina hará que puedas tener mayor control en tus eyaculaciones y que puedas incrementar la intensidad de tus orgasmos. La técnica precisa es: contrae el músculo por dos segundos y relájalo. Haz entre 20 a 60 repeticiones diarias.
2. Respira profundamente
Tampoco es un secreto, pero pocos lo ponen en práctica. Aunque el sexo intenso lleva a ir cada vez más rápido en cada movimiento, si quieres prolongar el placer toma aire de manera larga y profunda antes de estar cerca de eyacular. Enfocarte en la velocidad con que inhalas y exhalas podrá ayudarte a evitar el clímax antes de lo deseado.
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