Sencillo, en cuestión de semanas aparecerían exportaciones privadas no petroleras y, por tanto, una oferta de divisas complementaria a la tradicional; la industria manufacturera rápidamente crecería, y la inversión privada retornaría; la economía se recuperaría; y la escasez disminuiría.
Entonces, ¿por qué no lo legalizan ya?
Sencillo, porque a quienes disfrutan del status quo (a los comunistas y a las mafias) no les conviene.
¿Y por qué no les conviene?
A los comunistas, porque si los privados empiezan a exportar, se independizarían de las divisas del Estado y, por tanto, del Estado, del Gobierno y del partido, lo que va en contra del objetivo comunista de control político del ciudadano (los comunistas, monopolizando la oferta de divisas, han hecho depender al sector privado del Estado; luego, vienen los controles de cambio y precios, y se arrodilla al ciudadano).
¿Y a las mafias por qué no les conviene? Porque si los privados empiezan a exportar y a generar divisas propias, tendrían que enfrentar su competencia, lo que perjudicaría su negocio.
¿Cómo logran su objetivo, o dónde está el truco?
Sencillo, primero el Gobierno fija la tasa de cambio oficial artificialmente baja, para que sólo el sector público (Pdvsa y la industria petrolera bajo control del Estado) pueda exportar (a 6,3Bs/$ ni la empresa más eficiente y competitiva del mundo podría exportar producto no petrolero desde Venezuela). Luego, al exacerbarse la demanda de divisas a la tasa oficial, el Estado las raciona a través de mecanismos de exclusión como Cadivi y Sicad, por lo que aparece naturalmente un mercado negro o residual (de gente urgida, dispuesta a pagar por los dólares tasas muy superiores a la oficial). Y, finalmente, el conejo en el sombrero, se ilegaliza la tasa de cambio del mercado paralelo, para evitar que sea negocio para industriales y productores de servicios colocar su producto en el exterior. Así, el mercado ilegal queda bajo el control de las mafias, o privilegiados que monopolizan la oferta, comprando el dólar barato, a 6,3Bs/$, para vender a casi 5,5 veces ese nivel. De esta forma, unos pocos se hacen ricos, a costa de unos muchos, 29 millones de personas, que se empobrecen.
¿Y hasta cuándo podrá el país seguir así?, ¿hasta cuándo una minoría de mafias y comunistas podrán imponer su voluntad por encima de los 29 millones de personas, incluidos los pragmáticos del Gobierno que, dada la crisis económica, favorecen un cambio de modelo y un proceso de flexibilización?
No mucho más. Pronto tendrá que ocurrir un proceso de transición económica y política. La razón: la crisis económica de escastanflación que vive el país (el proceso de escasez con estancamiento e inflación), asociada al incumplimiento de la regla de oro del petropopulismo a partir de 2012 (i.e. el hecho de que ya el petróleo, o la oferta de divisas, no crezca a un ritmo superior a su demanda o la liquidez en bolívares). Y, ¡cuidado!, no lo digo por el ciudadano de a pie, sino debido a las contradicciones internas del chavismo, entre comunistas y mafias, por un lado, y pragmáticos, por el otro.
Claro, esto no se observa a la vista, ni en la superficie, sino en la profundidad de las aguas, donde el conflicto implosivo tiene lugar.
@garciabanchs