Más de un millón y medio de bebés y 150.000 madres mueren cada año en todo el mundo en las 48 horas posteriores al parto, unas cifras que, según los expertos, podrían evitarse en casi un 90 % de los casos si los países en desarrollo contasen con las medidas y recursos adecuados.
Marc Arcas/EFE
A estos números cabe añadir otros 1,2 millones de niños que nacen ya muertos a causa, en su mayoría, de la asfixia, las hemorragias previas al parto, infecciones fetales, la sífilis o la malaria.
Para tratar de poner remedio a estas muertes, el consorcio internacional de gobiernos y fundaciones “Saving lives at birth” (Salvando vidas en el parto) celebró la pasada semana una feria en Washington en la que se exhibieron hasta 53 propuestas y productos innovadores llegados de todos los rincones del planeta.
En ella resultaron premiados un programa del Centro de Investigación en Salud Sexual y Reproductiva de Guatemala destinado a reducir el número de partos caseros en el país centroamericano y un proyecto de la Universidad de Valencia (España) centrado en la lucha contra la sepsis.
“Aunque la muerte en el parto es un fenómeno mundial que afecta a todos los países, la gran mayoría de estos fallecimientos se concentran en los países en desarrollo y, en un 90 % de los casos, se podrían prevenir”, explicó a Efe Peter Singer, jefe ejecutivo de la agencia canadiense para el desarrollo Grand Challenges Canadá.
Pese al innegable carácter beneficioso de las nuevas tecnologías, la lucha contra la mortalidad en el parto puede abordarse, según Singer, desde todo tipo de ópticas, como la médica, la empresarial o incluso la de la concienciación social.
“La Universidad de Toronto (Canadá), por ejemplo, propone algo tan aparentemente sencillo como fortalecer el té con hierro”, apuntó Singer como medida para reducir los casos de anemia por deficiencia de hierro, una causa importante de enfermedad e incluso muerte en el momento del parto.
“Reforzar la cantidad de hierro en el té, que es una bebida común en muchas partes del globo, es un buen ejemplo de idea innovadora y sencilla para mejorar las posibilidades de supervivencia de las madres y sus bebés”, concluyó.
Las regiones del mundo con mayor número de fallecimientos en el parto son el África subsahariana y el sur de Asia.
Estas zonas comparten un bajo estándar de acceso a servicios sanitarios, problemas o ausencia de suministro de agua y electricidad, falta de transporte y profesionales médicos, y, en varios casos, tradiciones contrarias a recibir asistencia médica en el parto.
Es importante que las soluciones que se planteen para luchar contra este fenómeno tengan en cuenta todos estos factores, dado que si requieren grandes infraestructuras o desembolsos económicos notables, difícilmente podrán ser implementadas.
En este contexto se enmarca el proyecto de la Universidad de Valencia liderado por el profesor Federico Pallardó para luchar contra la sepsis -causante de centenares de miles de muertes en madres y bebés-, consistente en la elaboración y distribución en Uganda (África) de tiras radiactivas muy baratas que permiten medir la cantidad de proteínas histonas en la sangre y diagnosticar si la paciente está infectada.
“Es un proyecto destinado a fomentar la detección, el diagnóstico rápido y barato de la sepsis, con unas tiritas que cuestan menos de 50 centavos de dólar”, explicó a Efe Pallardó, quien recordó que el gran problema con esta enfermedad radica en la dificultad para detectarla en sus etapas iniciales.
Para hacer frente a las tradiciones religiosas o culturales que hacen que las mujeres y su entorno sean reacios a que ésta acuda al hospital para recibir asistencia médica en el parto, el doctor guatemalteco Edgar Kestler propone acciones directas de difusión social enfocadas a modificar estas tendencias.
“Nuestro proyecto tiene tres patas: la promoción social, la puesta en contacto de las matronas tradicionales con matronas profesionales y la capacitación en las clínicas de buenos profesionales que contribuyan a dar una buena imagen, explicó a Efe Kestler, promotor del programa “Vivan las madres”.
“Mejoramos la calidad de la atención en los centros de salud y también la comunicación con la comunidad, para reducir así los partos en casa y potenciar que se dé a luz en hospitales”, explicó el doctor, quien indicó que estas medidas ya se han aplicado durante dos años en algunos distritos guatemaltecos, en los que los partos en hospitales han aumentado un 10 por ciento. EFE