La posibilidad de supervivencia de las instituciones educativas privadas sigue amenazada. El balance del año que recién terminó y las proyecciones para el nuevo período son negativas: control de precios e incremento salarial y de funcionamiento son algunos de los obstáculos que conlleva el pago justo a los profesores, además de mantener el buen estado de la infraestructura.
En mayo entró en vigencia la primera parte del aumento de sueldos decretado por el Gobierno, y de dos mil 47,52 quedó en dos mil 457,02 bolívares, a la espera de la segunda parte anunciada para septiembre. La unidad tributaria pasó de 90 a 107 bolívares, lo que incide en el valor del bono de alimentación de todos los trabajadores. Además, la inflación acumulada se ubicó en 25 por ciento al cierre del primer semestre del año.
Aunado a esto e incumpliendo su propia normativa, el Ministerio de Educación (ME) no ha hecho el anuncio oficial del aumento de la matrícula escolar para el año 2012-2013. En resolución aprobada en 2006 se establece que las asambleas de padres deben llamarse del 1 al 15 de julio como tiempo máximo.
Nancy Hernández, del Consejo Consultivo de la Federación Nacional de Padres y Representantes (Fenasopadres), catalogó como una falta de respeto que en los 140 caracteres que permite escribir el Twitter, el ME reiterara que a la fecha sigue vigente la resolución del año pasado que establece un tope máximo de ajuste del 10 por ciento.
“El tema de las matrículas puede asfixiar a los colegios. Las figuras que se utilizaban como salidas creativas para afrontar la situación presupuestaria tampoco se pueden aplicar. Es un torniquete definitivo al cuello de las instituciones. Somos los padres quienes decidimos cómo invertir el dinero que sale de nuestros bolsillos, más cuando se trata de la educación de nuestros hijos”.
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