Los equipos de rescate siguen este miércoles con la búsqueda de personas desaparecidas entre los escombros de un edificio destruido tras una explosión por un escape de gas en la ciudad argentina de Rosario, que dejó al menos 10 muertos y 62 heridos.
“Hay 10 fallecidos confirmados porque acaban de encontrar una joven entre los escombros. La décima víctima oficial está confirmada e identificada”, informó la mañana del miércoles Miguel Cappiello, ministro de Salud de la provincia de Santa Fe, donde se ubica Rosario, en declaraciones a la prensa.
“Tenemos 13 personas desaparecidas todavía, porque dos personas aparecieron durante la madrugada en buen estado. Quedan 26 heridos internados, de los 62 heridos (en total), tres de los cuales en grave estado, uno de ellos un niño de tres o cuatro años”, agregó.
La explosión ocurrió la mañana del martes, por un escape de gas en un edificio de 60 apartamentos en el centro de Rosario, 310 km al norte de Buenos Aires, donde vivían muchos jóvenes y estudiantes por su bajo costo en los alquileres.
El estallido causó un temblor que pudo sentirse a centenares de metros a la redonda.
La búsqueda de posibles sobrevivientes continuó durante toda la noche y seguía por la mañana, en medio de expectativas generadas cuando los rescatistas pedían silencio para tratar de identificar algún eventual movimiento o ruido.
“Tenemos que trabajar moviendo los escombros por si hay existencia de personas entre ellos, no podemos generar ningún acto que genere mayor debilitamiento”, dijo a la prensa en el lugar el ministro de Seguridad de Santa Fe, Raúl Lamberto.
Carlos García, un gasista que trabajó en el edificio momentos antes de la explosión quedó demorado a disposición de la justicia, afirmó su abogado Hugo Bufarini.
“No me dijo lo que pasó porque no puede hablar por el estado de nerviosismo y de shock. Pero él aparece como un chivo expiatorio”, dijo el letrado a la prensa, y aseguró que su cliente es “un gasista matriculado con 20 años de experiencia”.
El encargado del edificio siniestrado, de nombre Pedro, contó al canal Todo Noticias, que poco antes de la explosión el gasista trabajaba con su ayudante para “cambiar el regulador, pero se equivocó en algo, se subió a la chata (camioneta) y se fue”.
“Es muy triste pensar que un tipo pudo haber matado a tantas personas. Estoy muy triste. Yo no tuve tiempo de salvar vidas, de avisar que esto iba a explotar”, dijo el hombre en medio de sollozos.
Rosario es un rico polo agroexportador con 1,1 millón de habitantes. AFP