Asimismo, se reportó que entre enero y julio de 2013 el Índice Nacional de Precios al Consumidor se incrementó 29%.
El ente emisor también reportó que el Índice de Escasez no ha podido ser controlado y en julio se ubicó en 19,4% una décima por encima del mes anterior. El Índice de Diversidad -que mide la variedad de productos en anaqueles- cayó a 111,1 puntos, lo que significa que la situación se agravó si se le compara con el mes de julio cuando se ubicó en 122,5 puntos.
Los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas muestran la mayor variación al subir de precio 58,7% en los últimos 12 meses, aunque en julio se desaceró en 2,4%. La categoría que más aumentó de precios fue Transporte (6,4%) para una inflación anualizada de 41,9%.
Vestido y calzado también mostró una variación importante al cerrar el mes en 4,9% y una cifra analizada de 35,1%.
Asimismo, esparcimiento y cultura mostró una aceleración mensual de 4,6% y de 35,4% en los últimos 12 meses.
De las diez ciudades en las que se mide el INPC, el BCV constató que San Cristóbal fue la más cara con 3,6% para un total acumulado entre enero y julio de 30,8%. No obstante, Valencia es la que registra el alza más importante en inflación acumulada con 32,8% y 3,4% de incremento en julio.
La variación consolidada de los servicios que integran la canasta del INPC fue de 3,7% en julio, menor al 4,2% del mes anterior. Para los bienes también se obtuvo un menor registro, al cambiar la tasa de 5,0% a 2,9%.
La variación intermensual del núcleo inflacionario desaceleró de 4,6% en junio a 3,8% en julio, por los menores crecimientos relativos que se observaron en 3 de las 4 categorías que integran el indicador: Alimentos elaborados, de 5,4% a 3,9%; servicios no administrados, de 4,3% a 3,1%, y bienes industriales distintos de alimentos y textiles, de 4,6% a 4,4%, todo ello en contraposición a la aceleración en textiles y prendas de vestir, de 4,3% a 4,6%.