Sentada en el porche de su casa, esperó Romelia Amundaray hasta las 12 de la madrugada de ayer a su hijo Williams del Valle Amundaray, de 50 años de edad. No llegó, estaba muerto.
A las 6 de la mañana se enteró por unos vecinos que supuestamente había tenido un accidente. Ellos ya sabían la verdad, pero no quisieron decirle, temían que no resistiera la noticia. La llevaron engañada hasta el hospital Luis Razetti, donde se enteró de que Williams se había ahogado.
Ella recuerda que su hijo salió a las 11 de la mañana del miércoles de su casa, ubicada en la calle principal del sector Chorrerón de Guanta. Le dijo que iba a comprar una chicha.
“Mi hijo estaba enfermo, le daban ataques de epilepsia, por eso tenía tiempo que no salía solo, pero como me dijo que iba y venía lo dejé. Me empecé a preocupar porque no llegaba, lo esperé despierta hasta la madrugada, pero no aguanté el cansancio y me acosté”.
El vecino José Luis Díaz fue el primero en enterarse de la tragedia. Contó que fue a llevar a sus hermanos para el muelle de La Baritina y le dijeron que a Williams lo habían encontrado flotando a eso de la 1 am.
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