Desenfocadas, a contraluz… “Son fotos encantadoras para haberlas tomado un abuelo, pero en términos cualitativos, no son realmente lo que quieres para una fotografía histórica“, asegura en el Daily Telegraph Eddie Mulholland, fotógrafo de este diario y vicepresidente de la Asociación Británica de Fotógrafos de Prensa. “Parece que las hubiesen hecho con un móvil o una cámara compacta”, prosigue.
Los fallos de las imágenes son múltiples, desde la iluminación (se tomaron a contraluz, con una luz muy intensa de fondo) y la composición (una “composición Rafaelesca inocente y pasada de moda”, asegura Jonathan Jones, crítico de arte del Guardian) a la sonrisa de los padres. “Esas sonrisas dicen, para empezar, que estamos ante un fotógrafo amateur. Ningún profesional pide a la gente que sonría para sus retratos del modo dentudo en el que los padres reales posan”, prosigue Jones.
“La fotografía con los perros es la peor. El perro de la esquina parece una alfombra peluda, una parte de la cabeza del duque está barrida por un parche de luz que aparece a través de los árboles. Para mejorar eso simplemente tendrías que haberlos movido para que estuviesen totalmente en la sombra”, asegura el fotógrafo del Telegraph.
“El perro domina [la imagen]: se supone que esta foto es sobre el bebé”, apunta por su parte el responsable de fotografía del Guardian, Roger Tooth, quien también subraya fallos en la luz y en la gran mano del duque que aparece en primer plano.
“La otra foto es mucho mejor, en términos de composición está bien, aunque la mano del duque está cortada, lo que desde un punto de vista profesional no es lo ideal y hubiera sido una toma mucho mejor en formato vertical en lugar del formato apaisado”, prosigue el Telegraph.
Al parecer, los padres primerizos no quisieron que un fotógrafo profesional perturbase estas primeras semanas -que pasan en el hogar de los Middleton- así que optaron por que fuese Michael Middleton el autor de las imágenes oficiales, según el Daily Mail. “Así que aquí tenemos fotografía como las que hay en las repisas de millones de familias normales: ligeramente borrosas, pero llenas de alegría“, asegura el tabloide.