El ex presidente egipcio Hosni Mubarak podrá salir de la cárcel el jueves, tras una decisión judicial que conmocionó a la nación dividida y en crisis siete semanas después de que el Ejército derrocara al mandatario islamista Mohamed Mursi.
Reunido el miércoles en la prisión de El Cairo donde permanece retenido Mubarak, el tribunal apoyó la petición de su abogado, que exigía la liberación del líder que gobernó Egipto durante 30 años, hasta que fue derrocado por los levantamientos que agitaron el mundo árabe a principios de 2011.
Farid al Dib, abogado de Mubarak, confirmó la decisión al dejar la prisión de Tora tras la sesión. Consultado sobre cuándo sería puesto en libertad, dijo a Reuters: “Quizás mañana”.
La Fiscalía de Egipto no apelará la decisión de ordenar la liberación de Mubarak. “La decisión de liberar a Mubarak emitida hoy (…) es final y la fiscalía no puede apelarla”, dijo el magistrado Ahmed el-Bahrawi.
Mubarak, de 85 años, fue condenado a cadena perpetua el año pasado por no evitar la matanza de manifestantes en 2011. Pero una corte aceptó su apelación este año y ordenó un nuevo juicio.
“El Ejército ha traído de vuelta al régimen de Mubarak, el mismo régimen”, dijo Guma Abdel Alim en el centro de la capital. “Quienes fueron elegidos por el pueblo ahora están en prisión”., agregó en referencia a la escalada de violencia contra los Hermanos Musulmanes.
El comerciante Rubi Abdel Azim dijo que Mubarak fue el peor gobernante en la historia de Egipto, pero un transeúnte se mostró en desacuerdo. “Fue el mejor presidente”, sostuvo Nagi Hassan.
Siete semanas atrás, las fuerzas armadas que Mubarak lideró alguna vez depusieron a su sucesor elegido libremente, Mohamed Mursi de los Hermanos Musulmanes.
Egipto vive el peor conflicto interno de su historia moderna, con unos 900 muertos, entre ellos 100 policías y soldados, después de que las fuerzas de seguridad desalojaran los campamentos de protesta de seguidores de los Hermanos Musulmanes el 14 de agosto en El Cairo.
POTENCIAS REVISAN AYUDA
Estados Unidos y la Unión Europea están revisando su ayuda a El Cairo tras el derramamiento de sangre, pero Arabia Saudita (enemigo de los Hermanos Musulmanes) ha prometido responder ante cualquier reducción de la ayuda.
Mubarak aún afronta un juicio acusado de complicidad en la matanza de manifestantes durante el levantamiento en su contra en 2011, pero ya ha cumplido el tiempo máximo de detención permitido antes de un juicio.
La decisión del miércoles de la corte retira el último fundamento legal para su encarcelamiento en relación con un caso de corrupción, tras una decisión similar sobre otro caso de corrupción el lunes.
La liberación de Mubarak podría conllevar más turbulencias en Egipto, donde el Ejército depuso a Mursi afirmando que respondía a la voluntad del pueblo tras las amplias protestas que pedían su retirada.
Los generales han instalado una administración interina para supervisar una hoja de ruta que dicen llevará a Egipto a una vuelta a la democracia.
Las autoridades apoyadas por los militares describen hoy el enfrentamiento con los Hermanos Musulmanes, la fuerza política mejor organizada de Egipto, como una lucha contra el terrorismo y están encarcelando a sus líderes.
El martes fue deteniendo en El Cairo el “líder general” del grupo, Mohamed Badie.
Los Hermanos dijeron que nunca abandonarán los esfuerzos para que Mursi vuelva al poder, pese a la feroz represión en su contra. Los seguidores de Mursi convocaron a los egipcios para un “viernes de mártires” de protestas contra el Ejército.
No hubo una reacción inmediata a la decisión de liberar a Mubarak de parte de los Hermanos, cuyos líderes están en su mayoría detenidos.
Arabia Saudita y los Emiratos Arabes Unidos, que junto con Kuwait han prometido a Egipto 12.000 millones de dólares en ayuda desde la caída de Mursi, no veían con buenos ojos la detención de Mubarak.
Varios diplomáticos árabes dijeron que las monarquías conservadoras del Golfo habían presionado a favor de la liberación de un hombre al que solían considerar un aliado importante en la región. Reuters