El alcalde de San Diego, California, el demócrata Robert Earl “Bob” Filner, anunció hoy su dimisión luego de que el Cabildo de la ciudad aprobara de manera unánime un acuerdo que incluye su renuncia, tras el escándalo por acoso sexual en el que se vio envuelto la denuncia pública de al menos 18 mujeres. EFE
La renuncia tomará efecto a partir del 30 de agosto, señalaron los regidores luego de analizar la negociación por espacio de una hora y media.
El primer edil, con voz entrecortada, inició pidiendo disculpas tanto a la comunidad de San Diego como a las mujeres a las que pudo haber ofendido.
Filner, quien fuera señalado por 18 mujeres en las últimas semanas, recalcó que “no tenía intención de ser ofensivo, de violar ningún espacio físico o emocional”.
“Intenté tener una relación personal, pero la combinación de mi torpeza y arrogancia derivó en un comportamiento ofensivo”, reconoció.
A pesar de asumir su responsabilidad y reconocer sus errores, el alcalde aprovechó la oportunidad para decirles a los regidores de la ciudad que lo que había ocurrido era similar a un “linchamiento”, en el cual, se involucraron intereses políticos y señaló que fueron “insinuaciones y rumores” lo que derivó en la salida de un alcalde que fue “electo democráticamente”.
“Yo soy responsable en darles las municiones”, mencionó en su discurso. “Pero hay intereses muy organizados que han manejado esta ciudad por 50 años que pusieron el arma y la prensa y los agentes políticos jalaron el gatillo, y eso, no es democracia”, enfatizó.
Bob Filner, quien fuera congresista por 20 años, subrayó que ninguna de las acusaciones en su contra fue comprobada en la corte, para recalcar “nunca acosé sexualmente a nadie”.
Asimismo, enumeró sus logros alcanzados durante su administración que inició en enero. Desde su apoyo para invertir en agilizar los cruces fronterizos, hasta su relación con México y específicamente con la ciudad de Tijuana, donde inclusive, abrió una oficina de representación para San Diego.
El demócrata destacó que es momento de valorar la diversidad cultural de la comunidad en San Diego y dar mayores oportunidades a todos.
“La esperanza todavía vive y el sueño no debe morir”, dijo antes de despedirse.
A las oficinas del Ayuntamiento se dieron cita decenas de personas que tuvieron la oportunidad de dar su opinión antes de que el Cabildo diera a conocer su postura. Algunos a favor, otros en contra y otros más pedían que el alcalde fuera destituido.
También varias mujeres hispanas llegaron desde temprana hora para agradecer el apoyo que Filner brindó a las comunidades más necesitadas.
“Es el único que ha ido a apoyarnos en el sur del condado. Esto fue un linchamiento”, expresó Irma Castro, una residente de San Ysidro.
Por su parte, Rosa Plascencia, también residente del sur, lamentó la postura del Cabildo, recalcando que el alcalde nunca fue ofensivo ni con ella, ni con la gente de su vecindario al cual apoyó.
“Nunca nos faltó el respeto ni con la mirada, ahora estuvimos aquí apoyándolo, la persona que están pintando ahorita no es el alcalde que conocemos, convivimos con él y sabemos que no es esa clase de persona, todos tienen derecho a un juicio”, detalló.
De su parte, el director de Ángeles de la Frontera, Enrique Morones, quien encabezó una serie de manifestaciones a favor de Bob Filner en los últimos días, agradeció al alcalde su servicio con la comunidad hispana e inmigrante durante décadas, gesto que el primer edil retribuyó al ir a despedirse personalmente del activista.
Asimismo, a la sesión se dieron cita algunas de las presuntas víctimas del alcalde Bob Filner, entre ellas, Laura Fink, asesora política que denunció públicamente que el funcionario tocó su trasero e hizo comentarios inapropiados durante un evento.
“Estoy aquí en apoyo a las otras víctimas, debe haber justicia”, consideró.
Con la renuncia del alcalde, el presidente del Cabildo, Todd Gloria, tomará el puesto de manera interina y se anticipa una elección especial en los próximos 90 días para elegir al sucesor de Bob Filner