El tenista español Rafael Nadal descartó tener raíces judías como afirmó recientemente un cineasta y periodista canadiense-israelí, según el cual el deportista mallorquín descendía de una familia de esa religión convertida al cristianismo.
“Eso no es cierto”, dijo riendo un sorprendido Nadal ante la pregunta de un periodista de un diario israelí que cubre el Abierto de tenis de Estados Unidos, en la conferencia de prensa posterior al partido que ganó el jueves por la noche al brasileño Rogerio Dutra Silva por la segunda ronda del US Open.
“No importa si lo soy o no, pero no es el caso. No lo soy”, agregó el español sin perder la sonrisa.
Según una columna publicada el 7 de agosto en el diario “Times of Israel” por el cineasta y periodista canadiense-israelí Simcha Jacobovici, Nadal descendería de judíos mallorquines forzados a convertirse al cristianismo en 1492.
Fue en ese año que los reyes católicos Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla decretaron la expulsión de España de todos los judíos que no iniciasen su conversión.
De acuerdo con Jacobovici, los judíos convertidos de Mallorca eran conocidos como “Chuetas” y no eran aceptados por el resto de la sociedad.
“¿Es el mallorquín Rafael Nadal un Chueta? Probablemente. Su nombre es Rafael Nadal Parera. ‘Parera’ era un apellido común de ‘converso’. Significa ‘peral’. Es el tipo de apellido ‘neutro’ que los recientemente bautizados judíos adoptaron en el siglo XV”, indicó Jacobovici en su columna.
El cineasta y periodista va más allá y afirma que “los archivos de la Inquisición española hablan de por lo menos tres conversos con el apellido Nadal que fueron juzgados por herejes al final del siglo XV”.
“Al menos un Nadal, llamado Rafael Nadal como el tenista, fue juzgado por herejía a fines del siglo XVII”, concluyó, sosteniendo que el actual número dos del tenis mundial “quizás pueda representar a Israel en algún futuro torneo de tenis”. EFE