Los gobiernos de Venezuela y Colombia acordaron este miércoles un incremento del precio y en el suministro del combustible en la frontera para golpear el contrabando de gasolina, informó el ministro de Petróleo venezolano, Rafael Ramírez
Ramírez precisó que “a partir del próximo lunes se reiniciará el suministro de combustible por La Guajira (Colombia) a través de 10 cooperativas wayúu (etnia indígena)” con un incremento del precio “de 1,86 bolívares (0,29 dólares al cambio oficial de 6,3) el litro a 4,9 bolívares (0,7 dólares) el litro”, según un comunicado de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
La decisión fue tomada luego de una reunión que sostuvo Ramírez el martes con los titulares colombianos de Hacienda, Mauricio Cárdenas, y de Energía y Minas, Federico Rengifo.
Ramírez señaló además que se instalarán -en La Guajira- tres estaciones del Sistema de Abastecimiento Fronterizo Especial de Combustible (Safec) y precisó que despacharán 6,5 millones de litros de combustible -adicionales a los 11 millones de litros de gasolina y diesel que suministrarán a 4,9 bolívares-.
Ese suministro en las Safec se hará a precio “de frontera”: 12 bolívares el litro (1,9 dólares), que compiten con los 20 bolívares (3,1 dólares) que calculan como costo de contrabando.
Ramírez aseguró que el precio en las estaciones Safec persigue restarle “volúmenes de gasolina al contrabando” con “elementos de lucha económica”.
“Nuestro interés es suministrar y abastecer una región que, de otra manera, si no está debidamente abastecida, dispara el contrabando con todas las consecuencias que esto tiene (…) seguimos quitando margen al contrabandista”, dijo el también presidente de Pdvsa.
En las estaciones Safec del estado Táchira (oeste de Venezuela) también se incrementará el suministro de 5 millones de litros a 10 millones de litros mensuales, al “precio de frontera” de 12 bolívares por litro.
El gobierno de Hugo Chávez, preocupado por la pérdida de miles de millones de dólares anuales por el contrabando de gasolina, impuso un chip -o código de barras pegado en el parabrisas de los vehículos- de racionamiento con un suministro que varía de acuerdo con el tipo de vehículo, sea particular o de transporte de pasajeros y mercaderías.
Venezuela y Colombia comparten una frontera de 2.219 km en la que actúan grupos dedicados al tráfico de gasolina -que le supone a Venezuela una pérdida de 1.400 millones de dólares al año-, así como de alimentos y productos venezolanos, mucho más económicos que en Colombia.
Ramírez anunció que posiblemente viajará a Bogotá la próxima semana para también evaluar el despacho de gasolina a Norte de Santander (Colombia), que también atrae actividades de contrabando, según la nota.
AFP