En un evento realizado ayer desde la sede de PDVSA La Campiña, Rafael Ramírez, ministro de Petróleo y Minería, presentó a la opinión pública el informe de la estatal petrolera sobre la tragedia ocurrida en la refinería de Amuay el 25 de agosto del año pasado, a pesar de que había sostenido de manera reiterada que PDVSA no podía adelantarse a las investigaciones del Ministerio Público.
Por José Gregorio Martínez / Caracas / noticias@laverdad.com
La exposición que tuvo una duración de más de tres horas se centró en argumentar la tesis del presunto sabotaje, el cual se habría cometido en la bomba de succión 2601 del tanque 209, a la que le habrían aflojado de manera deliberada siete de los ochos espárragos (una especie de tornillos) que sostienen su base, lo que habría provocado una fuga de olefinas (un tipo de hidrocarburo) desde una hora antes de la explosión.
Según señaló el ministro Ramírez, en apenas 10 segundos la cortina de humo de este material alcanzó los siete metros de altura y en 10 minutos ya se había expandido a un nivel en el que se creaban todas las condiciones para la ignición. Rechazó la tesis de que la fuga se hubiese dado desde el día anterior, tal como lo afirmó en su momento el fallecido presidente Hugo Chávez, quien aseguraba que era “casi imposible” que hubiese habido una fuga de gas “de tres o cuatro días”.
Cámaras selectivas
El presidente de PDVSA descartó que el sabotaje haya sido cometido por trabajadores de la refinería, ya que, según explicó, para tener acceso a esa instalación es necesario seguir un protocolo de seguridad y no había reportes de que se hubiese ejecutado revisión alguna en esa zona. Durante su presentación, Ramírez presentó videos de cinco cámaras de seguridad que captaron la explosión a la 01.07 de la madrugada., cámaras que no lograron captar a las personas ajenas a la empresa que habrían entrado a manipular las instalaciones.
“Las cámaras de seguridad están para proteger las instalaciones y verificar cualquier evento operacional. En estos días hubo un fogonazo en el tope de la chimenea, entonces la cámara lo ve, lo verifica y sabes que es lo que está pasando. No están diseñados nuestros sistemas para evitar infiltraciones y operaciones de este tipo, no están”.
Aseguró que las cámaras pueden determinar quien entra por el portón pero no quien salta el muro o la reja no, “no hay manera”. En este sentido, reconoció las debilidades que tiene el Centro Refinador Paraguaná (CRP) en cuanto al acceso a las instalaciones, por lo que justificó una vez más la extensión de las zonas de seguridad en las instalaciones petroleras.
“No hay forma de que ningún trabajador nuestro haya llegado allá a esa área, intervenga y se le ocurra aflojar el equipo, mucho menos en esta área que no se interviene porque esta zona, que es como la base de la bomba, es como el bloque del motor, no está sujeta a mantenimiento. Nadie puede acceder a esta área sin un permiso, es decir, esta es una acción que se hizo al margen de nuestras operaciones. Está descartado que fuera acción de alguna cuadrilla nuestra porque no hay registro alguno de eso”.
¿Y la Fiscalía?
Vale recordar que la Fiscalía General de la República aún no ha presentado un acto conclusivo sobre la tragedia en Amuay, además, Luisa Ortega Díaz, fiscal general, dijo la semana pasado que en su despacho faltaban aún entre 34 y 35 experticias para inclinarse por alguna hipótesis.