Muchas ventajas hay de despertarse con la luz del sol. Por eso te damos estos consejos que harán que logres despertarte temprano sin tanto esfuerzo.
Aunque varios estudios han comprobado que hay personas con una tendencia natural a levantarse temprano y aprovechar su ciclo de productividad desde las 9 de la mañana hasta al final de la tarde, existe otro tipo de personas que logra su mayor nivel de productividad en la tarde/noche y, por lo tanto, suele trasnocharse y recibir un nuevo día cerca del final de la mañana.
Cada persona es un mundo, eso lo sabemos. Sin embargo, cada vez son más los estudios que demuestran los beneficios de levantarse temprano y los aspectos negativos de trasnocharse constantemente.
Así, estudios han demostrado que las personas que se despiertan antes de las 7 de la mañana, no solo incrementan su proactividad y optimismo, sino que son menos propensos a estresarse, subir de peso y sufrir depresiones, en contraste con los que despiertan después de las 9 de la mañana.
Un aspecto importante es que la mayoría de las oficinas, como el lapso productivo general de una sociedad, inicia desde temprano en la mañana (no al mediodía) y culmina al finalizar la tarde (no a la medianoche). Por eso, ser una persona madrugadora siempre tendrá más ventajas.
Te proponemos 9 vías para que puedas resetear tu reloj biológico y comenzar a sacarle el máximo provecho a tus mañanas.
1. Duerme lo suficiente
Parece obvio, pero no es algo tan sencillo de lograr para muchos. Respetar las horas de sueño en un lapso mínimo de 6 y máximo de 8, hará que sea más sencillo levantarte temprano sin sentir que las sábanas se quedan pegadas a tu cuerpo. Para lograr eso hay que acostarse temprano, al menos antes de las 11 de la noche.
Aleja la laptop y demás dispositivos electrónicos de tu cama y apágalos al menos dos horas antes de irte a dormir. Lo preferible es que no tengas televisor dentro de tu habitación: respeta este espacio como un recinto para el descanso.
2. Sé consistente
Tu alarma debe sonar a la misma hora todos los días…. Incluso los fines de semana. Establecer una rutina para despertarse hará más sencillo levantarse cada mañana.
3. Comienza lentamente
Elige una hora “meta” para despertarte y gradúa tu alarma para que poco a poco te vayas acoplando a ella. Por ejemplo, si tu hora ideal para despertarte son las 8, pon una primera alarma a las 7:45, y ve acercándote poco a poco hasta fijar el ideal.
4. Evitas las múltiples alarmas
Esa “técnica” de colocar tres o más alarmas distintas con media o una hora de diferencia o de postergarla “5 minutos” durante varias horas no será la solución para que logres despertarte temprano, de hecho será parte del problema. Al interrumpir tus últimas horas de sueño perturbarás tu ciclo de sueño REM, que estimula partes importantes del cerebro relacionadas con la capacidad cognitiva.
Además, incomodas el descanso y la paciencia de los demás (en caso de que no vivas solo). Establece un horario fijo para levantarte de la cama y sé estricto en no sobrepasarlo más allá de 15 minutos.
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