El eco del gran gesto de Ledesma retumba incesantemente en nuestra historia. Nos recuerda que si no queremos perder nuestra ciudad, nuestros principios, el alma misma, es necesario luchar. Y nos recuerda también que la decisión de luchar no puede depender de la fortaleza de nuestros ejércitos, ni siquiera del hecho de estar solos. Esa decisión de luchar ya ha sido tomada por quienes nos enseñaron que los valores y los principios son superiores a nuestra vida misma. Briceño Iragorry lo vió claramente así, cuando escribió su bello ensauyo sobre aquel gran solitario. Dijo: “los nuevos filibusteros…andan entre las aguas de la patria…. El caballo de Ledesma pide con urgencia caballeros que lo monten…nuevas manos que guíen las bridas baldías”. Y nos explicó el sentido del gesto de Ledesma: “ … hemos invocado como símbolo de creación el caballo del viejo extremeño. El caballo que conoce los caminos por donde se va a la misma dignidad de la muerte. Ledesma representa todo el sentido de la Patria … urgida de voluntades que la sirvan sin pensar en la vecina recompensa. Y representa, sobre todo, al hombre sin miedo. Al hombre que se abre camino sin rendir homenaje a la prudencia. Al hombre que sabe romper las consignas culpables del silencio. Al hombre que no teme la soledad de si mismo…”.
Un joven venezolano que ha leído el ensayo de Briceño Iragorry lo comenta así (conservo su texto, tal cual lo escribió): “no tengo mucha experiencia con esto, no se si lo estoy haciendo bien o mal; estas son mis conclusiones de un gran libro, a penas tengo 16 años pero aspiro a que conozcan un poco sobre esa historia, ledesma fue un hombre que dejo un gran legado historico, segun mi opinion yo creo que es un personaje inspirador para todas aquellas personas que en dado momento de la vida quedamos solos y necitamos sacar fuerzas de donde ya se agotaron, ledesma no murio con ese disparo… ledesma se inmortalizo y ahora mas que nunca logra a traves de su historia llenar de valor a las generaciones contemporaneas y futuras”. Fuente: http://es.shvoong.com/books/1928060-el-caballo-ledesma/#ixzz2ewwjbReb
El ejemplo de Ledesma existe en dos planos: por un lado, el del Ledesma ciudadano, cumpliendo con su deber cívico, a pesar de estar solo, fiel al imperativo Kantiano, desprovisto de miedo porque se sabe armado con la coraza de la verdad y de la justicia. Por el otro, el del Ledesma didáctico, quien enseña, con su ejemplo, a jóvenes como el que cito arriba a actuar sin pensar en la recompensa o en el terrible precio que se tenga que pagar por la acción.
En nuestra Venezuela de hoy, reducida a una grotesca caricatura de país, no podemos sentarnos a esperar a ver quien sale a la palestra a retar a los piratas que nos han invadido. Es necesario que cada quien se monte en su caballo y galope en defensa de la nación saqueada y reducida a ruinas. Los Ledesma no vienen de otro planeta, están en cada calle y cada pueblo de nuestro pobre país humillado. Todos tienen el caballo a su lado, esperándolos.