Enterarse de que su hijo había fallecido por falta de atención médica y que se lo habían entregado al padre en una pequeña caja de cartón, dejaron a Juanni Carreño en un estado de desilusión e incredulidad ante la falta de humanidad de los hospitales de la ciudad, publica El Carabobeño.
La angustia y travesía de esta madre de 30 años, inició el viernes 6 de septiembre cuando por sugerencia de su médico acudió con pequeños dolores de parto al Hospital Universitario Dr. Ángel Larralde, conocido como Hospital Carabobo. En el recinto no fue atendida porque según no estaba lista para dar a luz.
Con 40 semanas de gestación Carreño se sintió desesperada, sin embargo confió en que todo saldría bien y en poco tiempo estaría con su hijo.
El martes 10 regresó al Carabobo pero la respuesta que recibió es que había dos presuntas bacterias en el retén de niños. De ingresar, la responsabilidad correría por su cuenta y no por parte del recinto. La madre, quien conserva todos sus exámenes y documentos de su control prenatal, aceptó la condición pero no fue ingresada.
Ante el panorama se dirigió al Hospital Materno Infantil Dr. José María Vargas, también llamado Maternidad del Sur, entre los malos tratos de las enfermeras y del personal administrativo. “Dijeron que no estaba lista y que para la cesárea debía tener 41 semanas más tres días, lo que no era mi caso”, dijo aún con tristeza Carreño.
Nuevamente en su casa, la noche del martes fue larga ante la incertidumbre del parto. A las 5:30 am del miércoles el dolor y el sangrado la obligaron a asistir nuevamente a la maternidad junto a sus familiares.
A las 7 am fue atendida. Hasta los momentos los exámenes arrojaban que su hijo se encontraba en buenas condiciones. “Cuando pasó todo me informaron que mi bebé había muerto pues había tenido complicaciones con el cordón umbilical. El cuerpo de mi hijo lo entregaron en una caja de cartón con una pequeña manta”.
Carreño aseguró que después de las denuncias en los medios el 12 de septiembre, sobre las presuntas muertes de neonatos, el director del hospital de mala manera la interrogó sobre las quejas de algunos familiares ante los periódicos. Aturdida por la pérdida y sin saber lo que había ocurrido negó lo que sucedía. La madre dijo que “ojalá esto no sigan pasando estas cosas. Así como mi hijo murió puede ser otro”.