La pudrición es gigantesca en la cúpula roja. El propio ex-ministro Giordani la denunció cuando habló del robo de alrededor de 25 mil millones de $.
El ajuste de cuentas Isea-El Aissami, como lo calificara Ismael García, es el nuevo episodio de altos personeros de la cúpula roja que cuando se sienten en peligro por rivalidades internas comienzan a mostrar sus facultades vocales. No olvidemos al ex-magistrado Luis Velázquez Alvaray denunciando a José Vicente y a la Banda de “Los Enanos”, Antonini embarrando a “Damirez”, Makled prendiendo el ventilador para empatucar a media humanidad y al ex-magistrado Eladio Aponte Aponte hundiendo al narcogeneralato.
Ahora el turno al micrófono es para Isea, el mismito de las “notas estructuradas”, de sus días al frente de las finanzas públicas, cuando se podían “obtener dólares preferenciales, a 2.150 bolívares en 2009, los cuales eran ofrecidos en el mercado paralelo a 5.800 bolívares por cada dólar, lo que generó un diferencial de 3.435 bolívares por dólar, todo con el apoyo de Lehman Brothers”, según denunció el mismo García.
De esos escándalos siempre surgen preguntas que más o menos se repiten e involucran al inquilino de turno en Miraflores: ¿a cuál bando en disputa por el poder pertenecen el uno y el otro (Isea y El Aissami) de la pelea entre Maduro y Diosdado? ¿Cuándo será la respuesta del otro bando? ¿En dónde cantará en la DEA o en la CIA? ¿La sangre llegará al río?