Como una sorpresa de la que no se pueden medir si, en efecto, quedarán beneficios para los venezolanos, califica la parlamentaria de la Asamblea Nacional, Vestalia Sampedro de Araujo, los acuerdos que, por 20 mil millones de dólares, firmó el gobierno venezolano con su similar chino, en medio del viaje que realiza Nicolás Maduro a la nación asiática. Nota de Prensa
“El problema está en que a los diputados nos informan de unos acuerdos marco, muy genéricos, que luego desarrolla el gobierno a su entera discreción, en vez de entregarnos todo el material disponible para deliberar si beneficiará o no a los venezolanos”, asegura la legisladora carabobeña, quien duda de los favores que generan los convenios con los países asiáticos a la producción nacional, en especial cuando hasta la mano de obra es extranjera en las áreas que explotan otros países, como las de la Faja del Orinoco y minas del estado Bolívar.
“Lo venden a la nación como algo bueno para el país, pero no lo sabemos, porque todo se mueve sobre ensayo y error en el manejo de los recursos públicos, las campañas electorales del año pasado y de 2013 acabaron con el dinero disponible y ahora tienen que salir desesperados a buscar divisas para sortear los compromisos adquiridos”, acota Sampedro de Araujo.
La parlamentaria aspira a que la Asamblea Nacional ejerza de manera firme su misión contralora y pueda deliberar si estos convenios con China, que ya sobrepasan los 50 mil millones de dólares, servirán para reactivar la industria nacional o, por el contrario, incrementará la capacidad ociosa debido a la falta de divisas que mantiene azotado al sector privado: “Los venezolanos deberíamos tener la preferencia para invertir en el país, pero el manejo de la economía lo impide”, concluyó