Además de las dificultades que atraviesan pacientes y familiares en el Hospital Oncológico Dr. Miguel Pérez Carreño por falta de insumos y tratamientos, por las noches la delincuencia hace de las suyas y atemoriza a las personas, reseña El Carabobeño.
Fuera del recinto es poca la iluminación. Con temor y rapidez los familiares terminan sus diligencias para no ser víctimas del hampa o pasar malos ratos, pues es suficiente con la preocupación del estado de salud de sus allegados y de las calamidades que implica una enfermedad como el cáncer.
Una fuente ligada al recinto aseguró que algunos trabajadores han sido asaltados, y sin tener a quien reclamar han entregado sus pertenencias y luego ingresado a trabajar o seguir su camino a casa.