La orden que giró el presidente Nicolás Maduro de evaluar medidas especiales que permitan “castigar” la guerra psicológica que, a su juicio, han emprendido los medios privados contra la población al hablar sobre el desabastecimiento, ha sido asumida por expertos en materia comunicacional y de derechos humanos como una estrategia del mandatario que tiene como fin último generar autocensura, publica El Tiempo.
A. Pozzolungo/El Tiempo
El director de la ONG Espacio Público, Carlos Correa, apuntó que la ausencia de productos en los anaqueles no es un tema que han inventado la prensa, la radio o la televisión, sino una situación real que estos deben reseñar.
“Datos del propio Banco Central de Venezuela (BCV) refieren que existen unos índices de escasez bastante elevados que en algunos rubros alcanzan el 20% y 30%. La experiencia de cualquier consumidor hace que no se consiga todo en un mismo sitio. El desabastecimiento es un problema, no un tema inventado por los medios”.
Apuntó que cuando el jefe de Estado ordena estudiar acciones para castigar a las empresas de comunicación, ello “genera inhibición o al menos pretende crear miedo”, pese a que esto no vaya a resolver la situación. “Es una declaración que tiene una consecuencia intimidatoria y no favorece el ejercicio pleno de la libertad de expresión”, dijo.
Correa destacó que incluso si los medios no reseñan la realidad económica del país, la población seguirá informándose a través de las redes sociales, mensajes de textos u otros. Lamentó la intención del Ejecutivo de definir las líneas editoriales de los privados, aunque cuente con una plataforma comunicacional bastante grande. “Los medios responden a sus propios criterios editoriales y no a las pretensiones del gobierno”.
El sábado, Maduro ordenó a la fiscal evaluar, junto al Poder Judicial, medidas para sancionar a la prensa privada que, aseveró, adelanta una guerra psicológica al informar sobre desabastecimiento.
Polarización y trinchera
El comunicólogo Oscar Lucién aseguró que en todas las sociedades los medios tienen una función de información y escrutinio a la actividad de la función pública. “No pueden alejarse del seguimiento a los problemas de la vida real”.
Sostuvo que en Venezuela “la polarización ha sido estimulada por el gobierno, porque le conviene una sociedad que no se comunique”.
Para el director del Instituto de Investigaciones de la Comunicación (Ininco), Bernardino Herrera, en un régimen de libertades, una crisis como la que actualmente enfrenta el país es muy difícil de aguantar, por lo que se requiere una administración dura.
“Ellos (el gobierno) necesitan un régimen totalitario y eso es lo que están anunciando prácticamente porque las medidas que deben asumir son muy difíciles. Tienen que devaluar, subir el precio de la gasolina, eliminar algunos subsidios, es decir, deben anunciar un plan económico brutal (…) previendo eso preparan estas medidas para asustar, para que la gente calle”.
La socióloga y miembro del Observatorio Global de Medios, Maryclen Stelling, aseveró que las empresas de comunicación han asumido una función política porque los partidos se han convertido en “simples maquinarias” para buscar votos.
Indicó que se ha dejado a un lado la información y la búsqueda de la verdad por “reseñar al país desde un sesgo político, desde una trinchera”.
Momento crítico
Vía Twitter, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, dijo que Venezuela atraviesa “uno de los momentos más críticos” de su historia en cuanto a censura. “El Gobierno corrupto obsesionado con tapar la verdad del desastre que hay en el país presiona a medios y está logrando su autocensura!”. El presidente de Indepabis, Eduardo Samán, acusó a la oposición de generar una guerra económica.