Entre el 23 de agosto y el 20 de septiembre el dólar aceleró su escalada en el mercado paralelo e impulsó el precio de una amplia gama de productos, porque empresas y comercios utilizan este indicador como guía al momento de calcular los costos de reposición.
VÍCTOR SALMERÓN | EL UNIVERSAL
El salto de 15% en el precio del billete verde en el mercado no oficial (una ley prohibe publicar su cotización) necesitó que hubiesen más bolívares capaces de adquirir las divisas a este precio y las cifras oficiales registran que la principal fuente de billetes provino del financiamiento que el Banco Central le hace a las empresas públicas, en especial a Pdvsa.
A fin de que la principal empresa del país supere problemas de caja el Banco Central imprime bolívares para comprarle bonos. Cuando Pdvsa tiene los recursos los utiliza para cubrir compromisos como construcción de viviendas y pago a proveedores.
Luego, cuando los bolívares ingresan a la economía, una porción se dirige a la compra de dólares en el mercado paralelo o aumenta la presión inflacionaria, porque se trata de más billetes detrás de la misma cantidad de productos.
¿De cuánto hablamos? Del 23 de agosto al 20 de septiembre el financiamiento del BCV a Pdvsa y a otras empresas públicas aumentó 15% al elevarse desde 246,2 millardos hasta 283,4 millardos de bolívares.
De cada diez bolívares que el BCV fabrica para financiar a empresas del Estado, nueve son para Pdvsa.
Una mirada más amplia desnuda que en los últimos doce meses el financiamiento del Banco Central a las empresas públicas registra un explosivo incremento de 136%, ya equivale a 45 mil millones de dólares y es una de las causas de la aceleración de la inflación que en lo que va de año acumula un alza de 32,9%.
Pdvsa necesita que el Banco Central la financie porque tiene que cambiar el grueso de sus dólares al tipo de cambio oficial de 6,30 bolívares, que es artificialmente bajo. Además, vende petróleo a descuento a países aliados, no ha podido incrementar la producción y el precio del barril dejó de crecer.
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