Damián Prat C.: ¿Maduro provoca una crisis?

Damián Prat C.: ¿Maduro provoca una crisis?

¿El gobierno ordenó echar atrás acuerdo en Sidor?

Todos los relatos coinciden en que de pronto el gobierno desconoció los acuerdos en Sidor, logrados tras una larga reunión de casi 12 horas el sábado. Cuentan los que estaban en el sitio ayer tarde, que cuando la directiva de Sutiss y la comisión de trabajadores de base llegaron a la reunión pautada con el general-presidente de CVG y los directivos militares de Sidor, encontraron que solo estaba un coronel quien les habría dicho que él no podía firmar nada referente a cronogramas de pago “porque no hay dinero”.

Todos los relatos coinciden en que de pronto el gobierno desconoció los acuerdos en Sidor, logrados tras una larga reunión de casi 12 horas el sábado. Cuentan los que estaban en el sitio ayer tarde, que cuando la directiva de Sutiss y la comisión de trabajadores de base llegaron a la reunión pautada con el general-presidente de CVG y los directivos militares de Sidor, encontraron que solo estaba un coronel quien les habría dicho que él no podía firmar nada referente a cronogramas de pago “porque no hay dinero”. Eso causó una honda indignación y para anoche se extendía de nuevo el paro en Sidor, en todos los laminadores e incluso en las acerías una vez que concluyeran las “coladas” en curso. Muy lamentable que el gobierno haya provocado un nuevo paro que nadie desea.





¿Qué sucedió? ¿Es, como parece, una ruptura de los acuerdos y un cambio de rumbo ordenado por Miraflores por motivos políticos?  ¿Por qué? ¿Desea o necesita Maduro crear una crisis inventada artificialmente para evadir, con una confrontación política, la dura realidad del desastre económico que creó “la revolución” y que su gobierno agravó en pocos meses? ¿Es parte de esa “profecía autocumplida” del “colapso total” inventado por ellos mismos? ¿No quieren llegar a las elecciones de diciembre?

Ayer, también, desde temprano, estallaron protestas entre los trabajadores de Ferrominera. Relatan los ferromineros, tanto en Puerto Ordaz como en Ciudad Piar que el gobierno, de pronto, comenzó a incumplir muchos de los acuerdos hechos cuando las protestas de julio. ¿Es la usual incapacidad del gobierno o una provocación? ¿También quebrantarán los acuerdos en el aluminio? ¿Fue para eso que inventaron ese cuento infame e inescrupuloso de que los trabajadores -independientes, chavistas y opositores- están pagados por la Embajada de EE UU?

Para los medios gobierneros, los trabajadores y luchas sociales no existen CENSURADOS

(Esto, que sigue, era la columna original de hoy antes de que el gobierno provocara la ruptura de los acuerdos en Sidor)

La protesta de 11 días de más de diez mil trabajadores en la segunda empresa más grande del país, Sidor, no le mereció al canal 8 ni a ningún otro de los 7 canales de TV férreamente controlados por el gobierno, o las 700 emisoras de radio y sus 5 periódicos ni un solo minuto o siquiera una nota de 10 líneas.  Cero.  Silencio total. Censura absoluta. La “línea” informativa es ignorarlos, tratar de sepultar en el silencio la lucha, la denuncia así como las causas que generaron ese conflicto. Si alguna vez se ven obligados a mencionarlos es para criminalizarlos o difamarlos. A veces aparecen, eso sí, declaraciones acusatorias contra los trabajadores, de algún burócrata del gobierno.

Exactamente igual sucedió con las protestas de los ferromineros en julio. Censura total. La ley del silencio. Igualito con las movilizaciones de los trabajadores del aluminio. Censura y más censura. Como en la Cuba de los Castro en la que Granma o Juventud Rebelde (¿rebeldes esos censuradores y sumisos conservadores?), únicos dos diarios existentes, que jamás publican algo que no sea ordenado por el partido y el gobierno.

Todas las denuncias de corrupción con el mineral de hierro fueron silenciadas por años. Fuera quien fuera el denunciante. Periodistas, sindicalistas, trabajadores, chavistas críticos. Nada. Todos censurados. Si alguna vez se mencionaba el tema era para que algún jerarca rojo apareciera diciendo que “hay unas denuncias que son parte de un plan desestabilizador, golpista”. O para poner a algunos militantes a aplaudir a los denunciados y así ayudarlos a seguir en la corrupción.  Hasta que por los pleitos internos entre grupos que se disputan el poder interno y el control de los negocios, algunos “cayeron en desgracia”. Entonces si que VTV y demás informaron de las detenciones, aunque siempre silenciando la trama de fondo de la corrupción. Y sobre todo, no tocar “ni con el pétalo de una rosa” a los “peces gordos”. Pura información “punta roma”, limada, maquillada.

Cada día en Guayana, como en toda Venezuela, hay comunidades protestando, trabajadores en paros o denunciando. No hay casi ninguna estatal que no violente o congele por años los contratos colectivos. En todas las estatales, ministerios y entes públicos hay reclamos por corrupción. En toda Venezuela hay comunidades protestando por los desastrosos servicios de agua y luz o damnificados de 2010 manifestando porque los engañaron con las promesas de vivienda de aquella ley habilitante o con la farsa de la Misión Vivienda. ¿Qué hacen el canal 8, el SNMP o el Sibci? Censura total. Ni el más pequeñito espacio. El pueblo es despreciado, salvo cuando hay grupos de franelas rojas aplaudiendo al gobierno.

Para lograr más efecto en la censura contra el pueblo y contra los luchadores sociales, fue que cerraron RCTV, las 34 emisoras de radio. Para eso han acosado, hostigado, perseguido, multado a cientos de emisoras de radio a fin de obligarlos a la autocensura si quieren sobrevivir. Cierran programas de radio o eliminan noticieros. Ahora, los boliburgueses que han hecho gigantescos negocios asociados con altos jefes rojos rojitos (mil millonarios) del dizque socialismo, compran medios para seguir con el cerco de censura contra el pueblo. Pero quieren más censura. Ahora amenazan a valientes expertos del sector eléctrico a quienes acusan de “dar declaraciones no autorizadas”. Lo único que quieren es censurarlos para tapar toda la corrupción y el abandono de años en el sistema eléctrico.

Esa infamia sin escrúpulos que soltó anoche Maduro diciendo que los trabajadores de Guayana son pagados en sus protestas por la Embajada de EE UU es una campaña de difamación, porque quieren censura total contra los sidoristas, contra los ferromineros, los del aluminio o el oro. Es histeria antiobrera. Copiado del método de los Castro en Cuba que llama “gusanos” a los críticos y disidentes. La amenaza es dura también contra los psuvistas que se rebelen. Así es contra los trabajadores de Corpoelec. Censura y amenazas fascistas. Censura completa contra los luchadores sociales. Incluso los militantes del PSUV que son críticos, caen en la censura. Les quitan programas de radio. Buscan silenciarlos. Les hacen campañas acusándolos de “traidores”. Tenía razón aquel viejo ´líder comunista español, Santiago Carrillo, quien hacia el final de su vida dijo: “¿Dictadura? Ni la del proletariado”.

depece54@gmail.com

@damianprat (en twitter)

www.publicoyconfidencial.com