Urge tumbar el dólar “no oficial”

Urge tumbar el dólar “no oficial”

Analistas económicos radiografían la salud financiera con una recomendación consensuada: es urgente derrotar el diferencial entre los costos oficial y no oficial de la divisa extranjera. Coinciden en que el Estado debe reestructurar su política cambiaria para vencer la escasez de divisas disponibles en el mercado. Aconsejan mantener los controles pero venciendo las burocracias, publica La Verdad.

En el marco de un control de cambio vigente desde hace 10 años, Venezuela enfrenta una severa escasez de divisas, que se refleja en el desabastecimiento y altos precios de los productos.





Ante la baja disponibilidad de dólares, toma fuerza un mercado ilegal donde la cotización de la moneda extranjera registra el máximo valor en la historia del país, una cifra impublicable por lo establecido en las leyes.

En una nación altamente dependiente de las importaciones, el precio del llamado “dólar negro” es el indicador para fijar el monto de venta de productos y servicios.

Mientras la moneda extranjera escasea, y se intensifica un mercado paralelo al oficial, el desabastecimiento de bienes se ubica en 20 por ciento y la inflación acumula 32,7 por ciento en lo que va de año.

En el país existen sólo dos vías para obtener dólares legalmente: La Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), que maneja un tipo de cambio de 6,30; y el Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), con paridades que van de 10 a 13.

Hasta ahora el Gobierno planea establecer un tercer mecanismo para suministrar billetes verdes, concebido como un permuta, al que empresas y particulares tendrían acceso.

Economistas plantean soluciones, para que a través del nuevo sistema, el Gobierno logre frenar el precio del dólar negro. Las propuestas se encuentran entre la despenalización de las operaciones cambiarias, el refuerzo de los controles y el aumento de la oferta.

Despenalización

Para bajar el precio del dólar paralelo el Gobierno debe tomar tres medidas: Una tiene es la reforma de la Ley Contra Ilícitos Cambiarios, para legalizar las operaciones de compra y venta de divisas, permitir la participación de Gobierno y privados, eso significa una despenalización. La segunda es la modificación de la Ley de Banco Central de Venezuela, para eliminar la posibilidad de transferir dólares al Fondén, para que así haya más recursos para intervenir en el paralelo. La tercera es la aplicación de una reforma fiscal, que se concentre en los estratos de altos ingresos, para que quienes paguen más impuestos sean las ciudadanos de mayores ingresos. Es fundamental que no existan varios tipos de cambio, pues mientras eso exista habrá la tentación de obtener dólares en el mecanismo más barato, para venderlos en el más caro.

Hay pocas divisas frente a una demanda muy alta. Existe un diferencial muy pronunciado entre el precio del dólar oficial y el paralelo. El Gobierno debe reducir esa brecha entre los dólares del Gobierno y el del mercado sobre el cual no se puede hablar, para eso una alternativa sería despenalizarlo, para que no sólo el Ejecutivo participe sino que los privados también vendan divisas. Ya en el país existió el permuta, que permitía, en el que el Estado intervenía cuando el precio del dólar se disparaba.

Mayor oferta y controles

El dólar se encarece porque hay escasez de divisas para el público, pero también por la sobredemanda con fines especulativos. El Gobierno fue claro al decir que empresas de maletín se llevaron 20 mil millones de dólares, fue un fuga masiva de divisas con fines especulativos. Ante esa realidad deben existir controles y sanciones severas para quienes buscan dólares con fines distintos a los productivos. El Estado es el único que genera dólares, por lo que debe velar que vayan destinados a la actividades objetivas. No se puede despenalizar o eliminar los controles. Los dólares preferenciales deben ser sólo para las actividades productivas, se tiene que velar por eso, deben haber divisas disponibles para ese objetivo. Los sectores no productivos también deben tener acceso a las divisas, pero a un precio más alto.

Para bajar el precio del paralelo el Gobierno tiene que mejorar las asignaciones y reducir los trámites burocráticos. Hay que buscar alternativas, porque pese a las medidas tomadas hasta ahora, el precio del dólar negro sigue en aumento. El Ejecutivo tiene que estructurar su política cambiaria, para ver como aumenta la disponibilidad de divisas. Es importante es que haya expectativas positivas y un clima de confianza, porque el mercado cambiario es sensible.